Retos en sostenibilidad a los que se enfrenta el sector hotelero | Federació Hostaleria i Turisme de les Comarques de Girona

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Retos en sostenibilidad a los que se enfrenta el sector hotelero

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Hosteltur. El sector avanza en desligar el crecimiento de su actividad de su impacto medioambiental.
El Grupo Cooperativo Cajamar empezó en 2018 a colaborar con CEHAT (Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos) para “conocer mejor al sector”, pero, según ha reconocido su presidente, Eduardo Baamonde, “nos quedaba un capítulo importante: medir con indicadores clave su estrategia en sostenibilidad y la evolución en su triple vertiente -medioambiental, económica y social-; ver qué se está haciendo bien y lo que queda por hacer. Pero también para conocer las necesidades del sector y diseñar unos instrumentos financieros a la altura de los retos a afrontar”. En el informe de ambas entidades sobre “Indicadores de la triple sostenibilidad de los hoteles españoles 2023”, se detallan cuáles son esos retos en los que se necesita mejorar, y aquellos en los que se progresa adecuadamente.

Necesita mejorar

– Si bien el consumo del territorio que, según ha explicado David Uclés, responsable de estudios de Grupo Cooperativo Cajamar, “mide la evolución de la densidad de la oferta hotelera, contabilizando el número de plazas ofrecidas por cada 1.000 habitantes, sigue al alza, lo cierto es que el ritmo de intensidad va decayendo, y esperamos que el crecimiento se vaya reduciendo con el tiempo”. Presión sobre el territorio que Jorge Marichal, presidente de CEHAT, atribuye a la expansión “desordenada y sin control” de la oferta de viviendas turísticas, que ya supera el número de plazas hoteleras.

– Este mismo comportamiento es el que presenta el índice de saturación, el número de viajeros alojados por cada 1.000 habitantes, que en el último año se ha situado un 19% por encima a nivel general. Aunque, como ha asegurado Uclés, “los hoteles no son los principales causantes, dado que en los últimos años los problemas de saturación han venido de la mano del mayor desarrollo de plataformas de alquiler vacacional tipo Airbnb”.

– En lo que sí tienen responsabilidad es en, según lo ha definido el autor del estudio, “el gap salarial existente por trabajador equivalente a tiempo completo en alojamiento y restauración con respecto al conjunto de actividades, atendiendo a las bases medias de cotización al Régimen General de la Seguridad Social. El sector tiene que seguir trabajando en aportar un mayor valor añadido para poder subir salarios, si bien también se explica por el alza en los costes”.

– Otra de las características del empleo en hostelería es su parcialidad, que además ha crecido ligeramente. Sin embargo, en opinión de Uclés, este factor “no es necesariamente negativo, porque no todo el mundo quiere estar contratado a tiempo completo, sino que le puede servir para completar su renta o como fuente de ingresos para jóvenes que lo compaginan con sus estudios”.

Progresa adecuadamente

– La mayor parte de las áreas en las que el sector está progresando adecuadamente en sus estrategias de sostenibilidad se circunscriben al ámbito medioambiental, ya sea en la reducción de emisiones de CO2, de consumo energético -gracias a las inversiones en ahorro energético y autogeneración que está acometiendo el sector- y de agua.

– La pandemia tampoco se tradujo en el cierre de un gran número de empresas, como sí ocurrió en la recesión financiera; desde luego, según ha apuntado Uclés, “no de manera proporcional a la caída de a actividad que supuso la COVID, una crisis muy intensa pero de la que el sector se ha recuperado en apenas un año”. Esto ha sido posible gracias, como ha enfatizado Marichal, a “la red que se creó con los ERTE y las ayudas, que evitó dejar caer a estas empresas”.

– La pandemia también produjo un curioso efecto ya que, en palabras de Uclés, “las empresas más pequeñas -pymes y microempresas- mostraron mayor capacidad de resiliencia, con menos cierres empresariales, lo que les hizo ganar peso en el tejido empresarial del sector, si bien los grandes grupos siguen ostentando importantes ventajas competitivas”.

– La oferta alojativa de mayor categoría se encuentra al alza, lo que se traduce en “un mayor valor añadido y un avance en desestacionalización”. Prueba de ello es que las plazas de 5 estrellas han pasado de representar un 42% de la planta hotelera en 2008 al actual 55%, “tendencia acelerada tras la última crisis”, según ha constatado el autor del informe; quien ha señalado que “mejorar los niveles de calidad promedio es positivo para la sostenibilidad económica del sector”.

– Asimismo, y a pesar de las subidas de precios hoteleros, Uclés ha confirmado que “a nivel general, los hoteles no han presionado demasiado sobre el IPC, salvo en 2022, cuando el alza sí se puso por delante”. Y es que, pese a que los precios han recuperado los niveles prepandemia, no ha ocurrido lo mismo con la ocupación ni con la rentabilidad.

Sostenibilidad, cuestión estratégica

Lo cierto es, según ha concluido Baamonde, que “el sector, y la sociedad en su conjunto, tienen interiorizado que la sostenibilidad es una cuestión estratégica, como lo demuestran las inversiones de la industria hotelera para ser cada día más eficientes en consumo de agua y energía, así como en reducción de emisiones. Esta mayor sensibilidad del sector y de las entidades financieras debería mandar un mensaje claro a las Administraciones públicas para que hubiera una mayor coordinación entre ellas para reducir la carga burocrática que limita las inversiones y su financiación por parte de los bancos para que el sector sea más eficiente y sostenible”.