Los hoteleros dan por perdida la Semana Santa | Federació Hostaleria i Turisme de les Comarques de Girona

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Los hoteleros dan por perdida la Semana Santa

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La Vanguardia. El sector, pendiente de las restricciones de movilidad, lamenta la imposibilidad de planificarse. A veinte días de Semana Santa, el sector turístico todavía no tiene claro si podrá abrir y da prácticamente por perdido este inicio de temporada. Solo algo podrá salvarse si el Procicat levanta las restricciones de movilidad comarcal y permite los libres desplazamientos en toda Catalunya. Las dudas son las mismas tanto en el Pirineo como en la costa. “Salvaremos la Semana Santa si la gente se puede mover; de momento no tenemos ni una reserva, los clientes están a la espera, ya han aprendido la lección”, explica Núria Vidal, propietaria del hotel Bernat de So de Llivia y presidenta de la Associació d’Hotels i Càmpings de la Cerdanya. El suyo es el sentir general del sector.

Tanto en la Costa Brava como en la Costa Daurada, la mayoría de alojamientos hoteleros no se plantean abrir ahora y no lo harán hasta mayo y junio. En la situación actual, apenas un 15% de los 111 hoteles del grupo Costa Brava Centre Hotels prevén abrir de jueves a domingo Santo, aunque según su gerente, Judit Lloberol, estos datos podrían mejorar si el Govern da un poco de oxígeno al sector esta Semana Santa. Los hoteleros piden que no se demore más el plan de desescalada. “Abrir un hotel o un camping no es como abrir un chiringuito de playa que abres por la mañana y cierras por la noche; necesitamos concreción”, afirma Miquel Gotanegra, presidente de la Associació de Càmpings de Girona y de la Associació d’Hostaleria de l’Alt Empordà.

Inmersa en la duda se encuentra Cristina Cabañas, que gestiona seis hoteles entre La Molina, Barcelona y Lloret de Mar y que ha aplazado la decisión de abrir el de Lloret una semana a la espera de lo que dicte el Procicat. “No sabemos si tenemos que llamar al personal ya o esperar, poner en marcha un hotel medio no se hace de un día para otro”, esgrime. Actualmente en Lloret de Mar, de las 30.000 plazas hoteleras disponibles solo mil están operativas. Sin público internacional y turismo deportivo, el grueso de la oferta hotelera espera poder abrir a mediados de mayo. Y aunque es pronto para verano las previsiones son optimistas: si hace un año abrieron dos de cada tres alojamientos con ocupaciones de entre el 45% y 50% este verano se podría alcanzar el 75% con más hoteles abiertos, según la gerente de Lloret Turisme, Elizabet Keegan. La vicepresidenta de Apartaments Turístics, Esther Torrent, también ve el verano como “el inicio de la remontada”.

El sector turístico percibe “muchas ganas” por parte de los clientes de volver a disfrutar de una escapada. “Las últimas tres semanas vemos que las reservas a partir de mayo se estan animando, hay otro espíritu”, afirma Irene Elías, directora del Park Hotel San Jorge, uno de los pocos hoteles de la Costa Brava que no han cerrado en inverno. En los últimos días ha sacado más personal en ERTE para atender las reservas y las previsiones que van llegando para verano y Semana Santa, cuya ocupación ronda el 30%.

Incertidumbre. “Un hotel medio o grande no se puede abrir de un día a otro, necesita una operativa”

En la Costa Daurada, sin el turismo deportivo y de tercera edad que precedía el puente festivo de Semana Santa, los hoteles que trabajan con turismo extranjero dan estas fiestas por perdidas y prefieren asegurar un verano con menos restricciones. Tienen la mirada puesta en mayo, cuando esperan arrancar una temporada “en la que los hoteles que abran puedan alcanzar un 60% de ocupación; el mercado está maduro hay ganas de viajar y eso se está viendo con el incremento de reservas de los británicos”, explica Xavier Guardià, portavoz del sector hotelero de la Costa Daurada. Desde que Boris Johnson anunció la apertura de fronteras para el 17 de mayo, las reservas se han incrementado en un 200% en algunas cadenas. Buenas perspectivas aunque tampoco para tirar cohetes. Los hoteleros temen que se abra una guerra de precios entro los destinos costeros favoritos de los britanos y turistas del norte de Europa, especialmente con la amplia oferta de playa de Turquía.

Otra situación es la de los hoteles y casas rurales, que exigen el fin del confinamiento comarcal, “no podemos esperar más, tenemos que aprender a vivir con la pandemia y buscar soluciones urgentes para que podamos sobrevivir”, mantiene Francesc Pintado, presidente de la Associació d’Hostaleria de la Provincia de Tarragona. “Nuestros clientes vienen de todos los rincones de Catalunya y para nosotros Semana Santa y todos los puentes son importantes”, reiteran.

“Trabajar en Semana Santa nos iría muy bien puesto que perdimos la Navidad que para nosotros es como medio agosto”, explica Ferran Miquel, dueño de una casa de turismo rural en el Ripollès, que tiene ya un 50% de reservas. Pero también en su caso, se impone la duda. “No tenemos aún clara la movilidad ni si se permitirá más de grupo burbuja en las casas. El Govern debe aclararlo ya”, reclama.

“No tenemos reservas, porqu no hay movilidad”, reitera el presidente del Gremi d’Hotels del Maresme, Jordi Noguera, la paralización del sector que no prevé una apertura total de hoteles la próxima Semana Santa, más que en casos puntuales, como algunos establecimientos de Calella que aprovecharán las reservas de que disponen de los equipos deportivos de la Volta Ciclista a Catalunya, cuya edición centenaria se celebrará el 22 de marzo.

Casas rurales. Los establecimientos del interior exigen que acabe el confinamiento comarcal

En cuanto a los núcleos turísticos del Maresme, comarca que cuenta con un parque hotelero de unas 50.000 plazas, en Calella el gremio vaticina que “solo abrirán cuatro o cinco hoteles” mientras que el resto optará por esperar a la temporada alta a partir del mes de mayo o junio. En Santa Susanna tampoco serán más de dos o tres los hoteles que abrirán sus instalaciones, reconoce el alcalde Joan Campolier, aunque están pendientes de peticiones de reservas para 3.000 turistas franceses, ahora congeladas.