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Hosteltur.  Entrevista a Christoph Tessmar, director del Convention Bureau de Turisme de Barcelona. El calendario de congresos en la ciudad vuelve a registrar una intensa actividad en 2022, con cerca de 40 eventos de más un millar de asistentes.

Después del Mobile World Congress que se celebró con gran éxito la semana pasada en Barcelona, el calendario de congresos en la ciudad vuelve a registrar una intensa actividad en 2022, con cerca de 40 eventos de más un millar de asistentes. Hemos charlado con Christoph Tessmar, director del Convention Bureau de Turisme de Barcelona, sobre las perspectivas del turismo MICE y de los cambios que han llegado para quedarse en este sector y que afectarán en la contratación de hoteles, recintos feriales, empresas de catering, etc.

Comencemos hablando de la industria farmacéutica, uno de los clientes más destacados del turismo de congresos y convenciones ¿qué perspectivas presenta para 2022?

Por un lado, tenemos los congresos médicos en los que participan la industria farmacéutica, como expositores, espónsores, etc. Una vez superada la pandemia o cuando la cosa vuelva a la normalidad, eso va a continuar, aunque habrá bastantes modelos híbridos. Respecto a los grandes congresos médicos, este año acogeremos dos del top cinco europeos: el de cardiología a finales de agosto y el respiratorio a principios de septiembre.

Respecto a las reuniones que se hacían presencialmente (reuniones de ventas, estrategias, etc) durante bastante tiempo seguirán siendo virtuales en lugar de presenciales.

De hecho, muchas de estas empresas farmacéuticas incluso han dejado de ocupar plantas enteras de despachos porque se ha implantado mucho el teletrabajo, lo cual ya lleva también a que numerosas reuniones sean virtuales.

De momento, Barcelona este año tiene una serie de congresos médicos importantes, pero las reuniones corporativas tardarán en volver y de hecho, dudo mucho que sea como antes.

Antes de que comenzara la pandemia ¿Qué otros sectores estaban liderando los congresos y convenciones?

Después del sector médico, que sigue siendo el número uno, las empresas que más eventos organizan son las empresas tecnológicas. Estaban subiendo muchísimo en Barcelona. Convenciones como las de Cisco, que teníamos antes de la de la pandemia, reunía 15.000 personas. Además, congresos como el Mobile, que este año se ha celebrado del 28 de febrero al 3 de marzo, han dejado un relevante legado en la ciudad, en forma de numerosas startups. Y este año también se celebrará por primera vez en la ciudad Integrated Systems Europe 2022, del 10 al 13 de mayo, la feria más grande del sector audiovisual que se organiza en Europa y que hasta ahora se celebraba en Ámsterdam.

Otros sectores que también van generando actividad de ferias y congresos en Barcelona son la logística y la automoción.

Tras la celebración del Mobile World Congress, ¿qué perspectivas tiene Barcelona en lo que respecta al turismo MICE?

El Mobile ha significado un punto de inflexión porque ha superado todas las expectativas. Es cierto que el segmento MICE está tocado y sigue tocado. Durante dos años no ha habido prácticamente actividad debido a la pandemia y se han visto afectadas muchísimas empresas de servicios, desde catering hasta azafatas. De cara a 2022, hay una luz de esperanza porque tenemos un calendario de congresos y eventos, que consideramos muy positivo teniendo en cuenta las circunstancias. Incluso congresos programados de pequeño formato están avisando que podrían recibir más asistentes de los previstos. Creo que el año va a ser bueno, quiero ver el vaso medio lleno.

¿Cómo ha vivido personalmente el Mobile World Congress?

He tenido que hacer colar para acceder a la feria e incluso esto me ha hecho ilusión. Era bonito volver a ver tanta gente, a pesar de la situación en Ucrania y que muchas delegaciones asiáticas no han podido venir debido a la pandemia. Barcelona ha dado una imagen muy buena y el hecho de haberse organizado con éxito el congreso generará mucha confianza en el sector MICE, porque se ha demostrado que es posible organizar grandes eventos a pesar de las restricciones.

Así entonces, ¿Qué meses van a ser los más activos en Barcelona en 2022 para el MICE?

En abril tendremos Hostelco, Alimentaria y Seafood. Mayo será un mes con mucha actividad, con numerosos eventos de medio tamaño de 2.000 a 4.000 personas, que generan un gran negocio. Junio, septiembre, octubre y noviembre serán otros meses destacados. Tengamos en cuenta que hay eventos que se aplazaron el año pasado y vuelven a celebrarse en 2022. En este sentido, se ha hecho un trabajo muy bueno entre todos para persuadir al cliente que no cancelase, sino que aplazase.

¿Qué mercados emisores son los que presentan mayores posibilidades de recuperación en el segmento MICE, siempre y cuando la situación en Ucrania se pueda estabilizar?

En primer lugar, los mercados cercanos. Es decir, el mercado nacional, muchísimo, tiene un potencial tremendo. Y luego Francia, Alemania y Reino Unido. No estamos percibiendo que el Brexit esté teniendo un impacto, lo veo por el volumen de peticiones. Y sorprendentemente, también tenemos muchísimas peticiones que llegan desde Estados Unidos. En general, se percibe que hay muchas ganas de volver a encontrarse, después de dos años prácticamente sin moverse. Incluso llegan peticiones para viajes de incentivos, desaparecidos desde hace tiempo.

Si analizamos todo lo que ha ocurrido desde que comenzó la pandemia ¿Cuáles serían los grandes cambios que han llegado para quedarse en el segmento MICE?

Primero, las reuniones virtuales. Me cuesta pensar que en un futuro cercano no haya congresos híbridos. Ahora siempre habrá ya esa parte virtual y me refiero sobre todo al programa educativo, conferencias y presentaciones. Es cierto que la exposición comercial virtual nos ha acompañado en estos dos últimos años de pandemia, pero se ha demostrado que no es lo mismo. De hecho, uno de los factores claves que explican el éxito del Mobile World Congress 2022 ha sido la gran cantidad de negocio que se ha hecho. Cerrar negocios virtualmente es muy complicado.

En segundo lugar, hasta que no haya terminado el COVID y se mantengan diferentes restricciones a los viajes por países, esto siempre tendrá un impacto en el número de asistencia. Por dicho motivo, el contratante tendrá muy en mente las cuestiones sanitarias, es decir, valorará especialmente aquellos destinos que den respuesta y atención. Los Convention Bureau tenemos que tener información sobre estas cuestiones y saber decir al cliente “si vienes con tu evento a Barcelona y pasa alguna cosa relacionada con la COVID, que sepas que tienes este plan, este seguro, siempre estarás atendido en un hospital, etc”.

Tercer, la gestión sostenible de los congresos y eventos, para hacer las cosas bien, es otro cambio fundamental que se queda.

Y un cuarto cambio que impactará mucho en el segmento MICE será la cuestión de la contratación.

¿A qué se refiere?

Cuando en 2020 llegó el coronavirus y comenzaron a cancelarse en cascada congresos y ferias, todo el mundo se dio cuenta de que en sus contratos la cláusula de fuerza mayor incluía terrorismo, catástrofes naturales… Pero no incluía la pandemia. Eso provocó una cierta tensión entre clientes y proveedores. Ahora en todas las contrataciones para eventos se tendrá en cuenta esto y además los plazos serán más cortos. Es decir, los clientes lucharán por una política de cancelación mucho más flexible, lo cual tendrá un impacto importante para los recintos feriales, los contratos de los hoteles, etc.

¿Qué perspectivas existen para 2023 y más allá, bajo un escenario optimista según el cual la pandemia se iría reduciendo y la situación en Ucrania se estabilizaría lo antes posible?

Las perspectivas son positivas, es decir, tenemos eventos confirmados y no solo para 2023, sino para más adelante. Y lo interesante es que estamos trabajando ya con candidaturas de congresos para 2028 incluso. Sin embargo, todo va a ser a mucho más corto plazo.