Los mercados hoteleros de Madrid y Barcelona, frente a frente
Hosteltur. Los establecimientos catalanes están aún por delante de los madrileños en RevPar y ADR, según Colliers. En 2021, Madrid volvió a posicionarse como primer destino nacional por delante de Barcelona, al igual que en 2020, tanto por número de viajeros como de pernoctaciones, gracias a la demanda doméstica, según datos del Informe 5 Claves Madrid vs Barcelona elaborado por la división de Hoteles de Colliers.
Madrid registró 4,6 millones de viajeros y 9,6 millones de pernoctaciones, con una estancia media en la ciudad de 2,1 días, en línea con los años precedentes.
Barcelona, por su parte, se posiciona por detrás de Madrid, tanto por número de viajeros, registrando 2,3 millones, como de pernoctaciones, con 8,1 millones, aunque con una estancia media ligeramente superior de 2,5 días.
Las pernoctaciones en Madrid crecieron un +71,0% respecto a 2020, situándose un 53% por debajo de los niveles registrados en 2019. El incremento se debe en gran medida a la “enérgica” demanda nacional (+91,2% respecto a 2020) que, excepcionalmente, ha representado una proporción mayor (54,6%) a la internacional.
Antes de la pandemia, los hoteles de Barcelona superaban a los de Madrid en número de pernoctaciones. En 2019, registraron 21,3 millones de pernoctaciones, frente a las 20,6 millones de los hoteles madrileños.
Colliers destaca que durante 2021, la capital se ha consolidado como ciudad líder para la celebración de eventos corporativos, proclamándose mejor destino MICE de Europa por segundo año consecutivo, otorgado por los World MICE Awards.
Al igual que en Madrid, las pernoctaciones en Barcelona se incrementaron un +85,4% con respecto a 2020, marcadas por un fuerte aumento de la demanda nacional (+117,3%).
El paulatino levantamiento de restricciones y el restablecimiento del tráfico aéreo ha llevado a las pernoctaciones internacionales a alcanzar un crecimiento del 76,4% respecto a 2020, constituyendo el 74,1% de las estancias.
Oferta hotelera
La oferta hotelera en Madrid también se vio afectada por la pandemia registrando una disminución de plazas disponibles del 2,3% hasta las 87.413, pero en menor medida que la ciudad de Barcelona, donde la oferta hotelera se redujo un 11,9% hasta las 73.924 plazas. Ello implica en ambos casos un número menor de hoteles abiertos o plazas hoteleras no comercializadas por los efectos adversos de la pandemia.
La oferta de establecimientos en Madrid se mantuvo prácticamente estable durante varios años hasta que en 2017 se inició una fase de crecimiento de la mano, entre otras, de cadenas internacionales sin presencia previa en la ciudad. Este interés por Madrid continuará en 2022 y 2023 con 38 establecimientos proyectados a día de hoy, adelanta Colliers.
Sin embargo, en Barcelona el número de plazas ha crecido de forma más equilibrada debido a la moratoria hotelera impuesta desde 2013, produciéndose paralelamente un efecto de descentralización hacia zonas más periféricas, como Hospitalet de Llobregat o Sant Adrià de Besòs.
La ciudad condal cuenta actualmente con 12 proyectos que añadirán 913 habitaciones a su planta hotelera en los próximos años.
Principales aperturas
En la capital, las marcas del segmento de lujo y upper-scale han protagonizado las aperturas durante el año 2021 y en el primer semestre de 2022, entre las que destacan la reapertura del Ritz con Mandarín Oriental, el nuevo Villa Magna con Rosewood y la inauguración del hotel The Edition Madrid del grupo Marriort.
En Barcelona, sin embargo, el segmento lujo solo ha contabilizado una apertura, con el Hotel InterContinental Barcelona de Montjuic, pero marcas upper-scale como ME by Meliá o Kimpton han contribuido a ampliar este tipo de oferta en la ciudad.
Resultados operativos
Madrid alcanzó en 2021 una tarifa media diaria (ADR) de 87,3€ (un 6,5% más que en 2020) registrando una ocupación media del 47,0% (+3,4) y un RevPar (ingreso por habitación disponible) de 41,0€ (+14,8%), situándose todavía un 49,2% por debajo del máximo registrado en 2019.
Si bien a nivel de ADR Madrid se sitúa por encima de la media de destinos urbanos españoles (85,5€), aún está por debajo de las principales capitales europeas como Londres o París.
Al igual que Madrid, Barcelona registró un año positivo en relación con sus principales indicadores operativos hoteleros, demostrando indicios de recuperación tras meses de incertidumbre y volatilidad. En 2021, el ADR alcanzó los 95,4€ (un 2% menos que en 2020) con una ocupación media del 50,6% (un 9,2% más que en 2020), resultando en un RevPar de 48,3€ (+19,8%).
Perspectivas
El informe de Colliers destaca que en 2021 Madrid y Barcelona han visto ralentizado en el ritmo de recuperación por el doble efecto de la dependencia del turismo internacional y el menor volumen del turismo de negocios.
Sin embargo, el estudio observa que en lo que va de 2022 se han impulsado los principales indicadores turísticos, “apuntando a una consolidación de la recuperación tras más de dos años de pandemia”.
La demanda nacional ha impulsado la recuperación en ambas ciudades, en paralelo a las cautelas y reservas para viajar al extranjero. Por su parte, la demanda extranjera se ha venido reactivando mes a mes, tras el difícil comienzo de año derivado de la variable ómicron.
Desde Colliers advierten que el restablecimiento de la total normalidad en el turismo de Madrid y Barcelona se va a ver condicionado por un nuevo horizonte de variables, entre las que destaca la difícil situación económica internacional por la guerra en Ucrania, cuyo efecto más importante para el sector turístico es la repercusión en los precios del petróleo y la inflación, que se traduce a su vez en un encarecimiento de los costes de transporte y alojamiento.
Sobre este punto, Laura Hernando, Managing Director de Hoteles en Colliers, señala que “la intensa subida de costes operativos, concretamente de personal, energéticos y de suministros, tendrá un fuerte impacto en los márgenes de los hoteles que, tras meses de pandemia, seguirán viendo afectados sus flujos de tesorería en los casos en los que no se consiga un incremento de tarifa suficiente”.
Hernando añade otra incógnita a despejar, la evolución de la demanda de viajes corporativos, “que se pronostica diferente a la del segmento de ocio, conllevando un cambio estructural en el corto y medio plazo”.