Las restricciones hunden a los hoteles de Barcelona | Federació Hostaleria i Turisme de les Comarques de Girona

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Las restricciones hunden a los hoteles de Barcelona

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La Vanguardia. La orden del Govern multiplica las cancelaciones de reservas y la restauración se desploma. El sector de la restauración y, especialmente, el hotelero de la ciudad de Barcelona han vuelto a precipitarse al fondo del pozo. Y esta nueva caída, cuando empezaban a asomar la cabeza a la superficie tras casi dos años sin vez la luz, ha dolido mucho.

Las duras restricciones propuestas por el Govern para luchar contra la sexta ola de la covid (hoy se espera saber si el Superior de Justícia las bendice) van a aumentar las pérdidas en la factura de un sector ya muy castigado por esta pandemia.

Toque de queda, cierre del ocio nocturno, limitación de aforo en restaurantes teatros y cines, distancia de seguridad otra vez obligatoria… El mensaje, que parecía ya superado, resuena otra vez con fuerza –ahora la culpa la tiene ómicron– desde Catalunya. Y se propaga por el mundo, lo que desanima, como es muy lógico, al viajero que tenía pensado pasar sus vacaciones de Navidad en Barcelona.

Sin entrar en valorar si todas esas restrictivas medidas son o no necesarias (hay que pensar que sí, pues las ordenan las autoridades sanitarias) a nadie escapa que la mano más dura en toda España para luchar contra esta sexta ola la ha aplicado, otra vez, la Generalitat.

Y ahí poco o nada –al margen de recurrir ante los jueces esas nuevas restricciones– pueden hacer los sectores más afectados por esa batería de prohibiciones, como son (hablamos de turismo navideño) el de la restauración y el hotelero.

Esto vale, por supuesto, para los empresarios de esos sectores en Lleida, Tarragona y Girona. Ellos también van a pagar con esta sexta ola de la pandemia una nueva factura, sumada a las pérdidas acumuladas desde el inicio de la crisis sanitaria.

El Gremi d’Hotels espera que esta nueva factura tenga su recompensa con las ferias de febrero

Pero si se habla de ciudades, es Barcelona –primer destino turístico urbano de Catalunya– la que se lleva la palma. Desde el Gremi d’Hotels de Barcelona estas fiestas navideñas se afrontaban ya con la resaca de la pandemia. El 28% de los hoteles de la ciudad siguen cerrados y el pasado viernes –antes del anuncio de las nuevas restricciones del Govern– se habían cancelado ya un 25% de las reservas cerradas con mucha antelación para estas fiestas de Navidad. Un efecto de las noticias que han corrido las últimas semanas por toda Europa sobre los estragos de ómicron, la variante
más contagiosa conocida hasta ahora.

Manel Casals, director general del Gremi d’Hotels de Barcelona, confirma que “las previsiones ya eran malas para estas Navidades, pero ahora son mucho peores”. Casals confirma que estos últimos días –tras el anuncio de la Generalitat– el goteo de cancelaciones es constante. “Principalmente –revela– de los viajeros más jóvenes (la mayoría extranjeros) que habían elegido Barcelona para pasar el Fin de Año”. Sin ocio nocturno esa escapada ya no tiene sentido.

¿Podrían estar buscando esos turistas otros destinos, como Madrid, donde apenas se anuncian por ahora restricciones? Nadie tiene, al menos con cifras contrastadas, respuesta en estos momentos a esa pregunta. Aunque desde varias empresas que gestionan apartamentos turísticos en Barcelona y Madrid sí que confirman a La Vanguardia , “que la última ciudad tiene más demanda de alojamiento, desde hace ya meses, que la primera”. En el sector de apartamentos están notando menos el efecto de las últimas restricciones.

Basta una búsqueda por internet para confirmarlo. En el caso de los hoteles, en Barcelona hay disponibilidad en casi 400 establecimientos para la próxima semana, con precios “de oferta” para unas fiestas de Navidad que rondan los 300 euros en hoteles de cuatro estrellas para cuatro noches. El importe para esa misma estancia se multiplica o triplica si se busca un apartamento para las mismas fechas.

Desde este último sector (el del apartamento turístico) se afirma que los anuncios de restricciones “afectan menos a la hora de desanimar al viajero, pues ese turista sabe que en el alojamiento puede reunirse o comer y cenar, sin depender de si hay o no limitaciones en la restauración o el sector del ocio”.

Manel Casals no entra a valorar si las estrictas medidas acordadas por el Govern para esta Navidad son acertadas o exageradas, cuando se comparan con lo que harán otras comunidades de España (para el Gremi d’Hotels de Barcelona la salud, insisten, es lo primero) pero sí confía en que, al menos, esas restricciones tengan su recompensa. “Lo que tenemos que conseguir es que Barcelona vuelva a estar entre los destinos más seguros del mundo y, ahora, nos jugamos mucho en ello ya que en febrero esta ciudad va a celebrar dos grandes ferias (Integrated Systems Europe (ISE) y Mobile World Congress) con gran reputación a nivel mundial”. Con estos eventos el sector hotelero se juega millones de euros.

El sector de los restaurantes, muy indignado, augura pérdidas millonarias por las restricciones

Mucho más beligerante e indignado con la orden del Govern se muestra el Gremi de Restauració de Barcelona, que augura en esta sexta ola “perdidas millonarias”. Lo que se ha perdido ya por la cancelación de comidas y cenas de empresa de Navidad y lo que se dejará de ingresar –ahí el perjuicio es mucho mayor– en los encuentros de Fin de Año. El Govern anunció ayer ayudas directas del 20 millones para el ocio nocturno. Ahora le falta pasar cuentas con hoteles y restaurantes.