Las empresas pronostican una fuerte subida de la electricidad si se cierran las nucleares
La Vanguardia. Galán (Iberdrola) asegura que el encarecimiento podría alcanzar el 30%
Las empresas calculan que el cierre de los siete reactores nucleares conforme al calendario previsto provocaría un fuerte encarecimiento de la electricidad, si bien el porcentaje resulta difícil de precisar al depender de aspectos como el precio del gas o de la disponibilidad de las renovables.
Según los cálculos ofrecidos por el socio de Energía de PWC, Óscar Barrero, durante una jornada sobre energía nuclear organizada este jueves por la CEOE y el Foro Nuclear, el eventual cierre elevaría de media en 13 euros por megavatio hora el coste de la electricidad, con un impacto total en diez años de unos 25.000 millones de euros, o de 2.500 millones de euros al año.
“Estamos hablando de escenarios con precios bajos de la materias primas”, ha precisado del propio Barrero. De hecho, otros cálculos de la consultora elevan el impacto incluso hasta los 37 euros por MWh, lo que supone un incremento del 23% de la factura para el consumidor doméstico y del 35% para la industria.
Los 36 euros por MWh es la cifra que tradicionalmente se maneja como coste de producción de las nucleares, pero su cierre no significa que se vaya a producir un encarecimiento similar en el mercado mayorista. Depende del precio que marquen las últimas centrales en entrar, que serán con mayor frecuencia las de gas.
El presidente de Iberdrola pide no repetir el “gran error” de Alemania
También hoy, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha aludido a esta cuestión en una entrevista con Financial Times. Sus cálculos son que el incremento de precios oscilaría entre el 25% y el 30%. Su empresa tiene, como el resto de los operadores, un acuerdo sobre el cierre de las centrales que ahora quiere revisar.
Galán ha destacado la necesidad de evitar el “gran error” que cometió Alemania con el cierre de las nucleares y ha reclamado “pragmatismo” al Gobierno. “¿Estamos como europeos en condiciones de renunciar a estos recursos naturales por la ideología? ¿Deberíamos ser pragmáticos, como los americanos?”, se pregunta Galán.
Los objetivos pasan por que el 81% de la de la producción eléctrica española proceda de renovables en el 2030. El problema, según Barrero, es que las nuclear aporta energía durante 8.000 horas al año y que la suma de las 2.000 horas de nueva potencia solar y las 3.000 de la eólica no cubrirá el cierre de las centrales.
Las renovables y el almacenamiento solo podrán cubrir el 60% del agujero nuclear
“Estimamos que entre el 40% y el 60% del hueco de las nucleares se sustituirá con renovables y almacenamiento, pero una parte importante del resto tendrán que ser los ciclos combinados de gas”, ha afirmado el socio de PWC. Eso hará que aumente con fuerza el número de horas en las que el precio lo marcan el gas y las tecnologías que emiten CO2, lo que elevará con fuerza la presión sobre el precio.
“Cerrar nos crearía un auténtico problema de costes”, ha afirmado el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, durante la jornada. Desde su punto de vista, la nuclear es “una de las claves para alcanzar los objetivos medioambientales”.
El exministro socialista Jordi Sevilla, que dirige la unidad de Contexto e Inteligencia de LLYC, se ha mostrado partidario de “aplazar el calendario de cierre de las centrales” para no asumir “un riesgo muy alto e innecesario”. El cierre de las nucleares obligaría sobre todo a desarrollar a toda velocidad fórmulas de almacenamiento, incluida la del bombeo hidráulico. “Para suplir a la nuclear habría que suplir el número de pantanos en este momento”, ha afirmado.