La tasa de actividad laboral ha caído 3,4 puntos en una década por el envejecimiento
La Vanguardia. La reducción hubiera sido superior sin la llegada de la inmigración.
El proceso de envejecimiento de la población supone uno de los retos que deberá afrontar la economía española. Supone una dificultad añadida para la sostenibilidad de las finanzas públicas, principalmente de pensiones, más con la entrada en la jubilación de la generación del baby boom, más y mejor pagados que generaciones anteriores. Pero, también implica cambios en el mercado laboral, con una oferta más restrictiva y que obliga a contemplar la compensación que supone la llegada de población extranjera.
En este terreno, el análisis que publica hoy el Banco de España muestra como la tasa de actividad laboral en España ha caído 3,4 puntos porcentuales en la última década, en concreto entre los años 2012 y 2020, una reducción que hubiera sido mucho mayor sin el efecto amortiguador de la inmigración.
El envejecimiento de la población tiene un impacto claro sobre la tasa de actividad, el porcentaje de población económicamente activa sobre el total, especialmente porque la participación laboral es mucho más reducida entre las personas de más de 55 años.
De esta manera, si en España se hubiera mantenido la misma estructura de población por edades de 2012, la tasa de actividad hubiera alcanzado el 62,1% en 2022, cuando en realidad se ha quedado en el 58,7%. Es la diferencia citada de 3,4 puntos porcentuales, lo que hubiera supuesto 790.000 trabajadores potenciales más. . Una caída que hubiera sido superior sin la inmigración, el millón de personas foráneas de más de 16 años, que llegaron en estos diez años, con un promedio de edad más joven y mayores tasas de participación laboral. En concreto, habría mitigado la caída en unos 0,8 puntos porcentuales.
El artículo del Banco de España también muestra como el envejecimento tiene un impacto muy heterogéno por regiones, con una caída más intensa en Asturias, Cantabria y el País Vasco, por los mayores porcentajes de población mayor de 65 años en estas comunidades autónomas, y en cambio, más moderada en Baleares, Castilla La Mancha y Extremadura. Además, también refleja como el efecto amortiguador de la inmigración se ha notado especialmente allí donde hay más entrada de migrantes en relación con la población total, como es el caso de Madrid, Catalunya y Baleares.
La participación laboral es mucho más reducida entre los mayores de 55 años
Por otro lado, el informe también hace el mismo ejercicio de cara al futuro, al impacto del envejecimiento desde ahora hasta el 2030. El resultado es que se perderán 2,8 puntos porcentuales y que, sin el impacto mitigador de la migración, la caída sería todavía 1,6 puntos superior.