La sostenibilidad gana enteros entre las exigencias de la demanda pos-COVID
Hosteltur. A medida que el sector turístico va recuperándose de los efectos de la crisis generada por el coronavirus, según ha destacado Johanna Bonhill-Smith, analista de GlobalData especializada en turismo, “empresas y clientes están evolucionando de manera similar a maneras más sostenibles de viajar, por lo que la certificación jugará un importante papel en el futuro”. Y es que ya existen numerosos certificados de sostenibilidad en la industria turística, pero los estándares de B Corp podrían posicionarse como los más demandados al abarcar todas las áreas del espectro medioambiental, social y gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). En torno a una decena de operadores turísticos ya cuenta con este sello, por lo que existe un gran margen para aumentar la adopción de los estándares necesarios para conseguirlo. Artiem ha sido la primera cadena europea en certificar su impacto positivo con este distintivo, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo.
El cambio climático (68%), la escasez de recursos (63%) y la gestión de la cadena de suministro (49%) son, por este orden, los tres problemas ESG más importantes según una encuesta de GlobalData. Como reconocen desde la compañía, “la naturaleza del viaje no es sostenible per se tal y como es ahora, pero también hay que tener en cuenta que numerosas poblaciones y economías dependen fuertemente del turismo, algo que no se puede ignorar”.
Los clientes urgen a los operadores turísticos a ser más transparentes con sus iniciativas de sostenibilidad, ir más allá de sus responsabilidades medioambientales y adoptar objetivos ESG más profundos. El certificado B Corp puede ayudar a las compañías a demostrar que lo están haciendo.
Los consumidores tienen más en cuenta el respeto al medioambiente de los servicios que si son o no inteligentes. En este sentido otra encuesta de GlobalData reveló que el hecho de que un producto o servicio sea ético, respetuoso con el medioambiente o socialmente influye de alguna manera en el 76% de los participantes en el estudio a la hora de adquirirlo. Sin embargo, en el caso de su nivel de digitalización o inteligencia este porcentaje desciende al 66%. Estas prioridades deberían ser tenidas en cuenta por los operadores turísticos para decantarse por el sello B Corp.
No en vano la adopción de esta certificación, según ha señalado Bonhill-Smith, “está ganando tracción entre los operadores turísticos. Por ejemplo, después de tres años de trabajo para conseguirlo, Intrepid Travel fue el primer turoperador en lograrlo, seguido de otros como Frontiers North, Amazon Explorer y Joro. Muchas startups también están trabajando en ello, entre ellas operadores de nicho como Byway travel y Modern Adventure. En España, además de Artiem, son empresas B Corp My Way Meaningful Hotels y el establecimiento Sleepin Atocha en Madrid.
El problema, en opinión de la analista, es “la ausencia en la actualidad de grandes operadores con este certificado. Las grandes OTA han creado sus propios objetivos de sostenibilidad, uno de los más importantes ha sido Travalyst, promovido por el Duque de Sussex en colaboración con Booking.com, Skyscanner, Trip.com Group, TripAdvisor y Visa”. (Empresas del sector lanzan Travalyst para impulsar el turismo sostenible).
A pesar de ser una iniciativa positiva, según ha incidido Bonhill-Smith, “B Corp certifica que la empresa está trabajando como una fuerza para el bien y que los problemas de ESG están en su corazón. Por ello está llamada a ser más demandada por todos los actores del sector, y las empresas con este sello pueden ser las que en el futuro marquen las tendencias en turismo sostenible”.