La ampliación de El Prat conllevará medidas de compensación ambiental | Federació Hostaleria i Turisme de les Comarques de Girona

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La ampliación de El Prat conllevará medidas de compensación ambiental

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Hosteltur. El objetivo es alcanzar las 90 operaciones por hora, frente a las 78 actuales

El Ayuntamiento de Barcelona ha defendido una ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat que sea flexible con la longitud de la pista del mar y que contemple compensaciones ambientales por la cercanía de zonas naturales protegidas. Así se refleja en un dictamen emitido por el Comité Asesor de Infraestructuras, presentado ayer miércoles.

Según ha trascendido, el dictamen del comité, un órgano municipal consultivo, considera “urgente y necesario” adoptar las acciones necesarias para aumentar los vuelos de largo radio, de más de seis horas de duración, lo que supondría prolongar la pista más cercana al mar.

Más vuelos de larga distancia

La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, ha avisado de que, si Barcelona quiere mantener su liderazgo en ámbitos como la investigación, es necesario tener la capacidad para recibir más vuelos de larga distancia: “Tenemos un modelo de ciudad claro, tenemos que tener el aeropuerto que necesitamos para hacerlo realidad”.

Por su parte, el ingeniero jefe del Ayuntamiento, Oriol Altisench, ha subrayado que el objetivo es alcanzar las 90 operaciones por hora, una cifra que, actualmente, está limitada a 78 debido a la operativa actual en pistas segregadas, como se detalla en el dictamen.

“Creemos que podemos crecer de 78 a 80 y pico en el campo de las operaciones, un camino que hace falta recorrer en el corto y medio plazo y que puede ser útil para abordar crecimientos del aeropuerto antes de que no llegue la ampliación”

Además, ha asegurado que la longitud actual de la pista de mar no es suficiente y, en este sentido, el presidente del Comité Asesor de Infraestructuras, Santi Vila, ha destacado que “no hará falta” prolongar la pista más cercana al mar unos 500 metros, lo que conllevaría invadir zonas naturales protegidas y requeriría del beneplácito previo de la Comisión Europea.