Hoteles y distribuidores se preparan para el turismo que viene
Hosteltur. “La innovación necesita tiempo y por culpa de la pandemia lo hemos tenido”. Los participantes en esta edición de Fiturtechy, organizada por el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) y Fitur en el marco de la Feria Internacional de Turismo, han coincidido en señalar que, en palabras de Daniel Mayo, director general de Vivood Landscape Hotel, “la innovación necesita tiempo y por culpa de la pandemia lo hemos tenido. Por ello ha sido un buen momento para estrechar lazos con proveedores y poner en marcha procesos creativos”. En este sentido Alejandro Rodríguez, director de los hoteles Bécquer y Kivir, ha reconocido que en este tiempo “hemos intensificado el proceso de colaboración con las startups a modo de hotel-laboratorio”; mientras que José Ángel Prado, director general de los hoteles Playa de Sol y Surfing Colors, ha incidido en que “las alianzas van a cobrar cada vez más importancia, por lo que debemos potenciar el trabajo con colaboradores para tener mayor impacto. El sector debe estar unido, con mayor colaboración entre todos los actores, para salir reforzado de ésta”.
En esa mayor colaboración la tecnología turística española tiene mucho que decir ya que, como ha destacado Alejandro Rodríguez, “hay mucho talento y cada vez es más fuerte. De hecho se está convirtiendo en una fortaleza más de la marca España”. Precisamente hoteles como Vivood han aprovechado el parón de actividad para “reforzarnos captando talento de la competencia que aportase valor y se integrase en nuestra filosofía de empresa. Ha sido el momento perfecto para crear el equipo perfecto”.
“La digitalización no es una opción, sino que no acometerla ya representa para las empresas un coste de oportunidad. Pero es necesario armonizar los procesos a digitalizar, y para ello es necesario contar con un buen socio tecnológico y avanzar poco a poco sobre éxitos ya conseguidos e ir incorporando más proyectos y a más gente. Es sin duda un proyecto a largo plazo”, en palabras de Tomeu Bennasar, director de Sistemas de información de Iberostar.
Lo cierto es que, según ha subrayado José Serrano, CEO de IZO, “los hoteles han de reinventarse para adaptarse a ese nuevo cliente, adaptándose a las actuales circunstancias atendiendo a las dos macrotendencias presentes en el sector: utilizar la tecnología para eliminar los miedos de un cliente aún temeroso, utilizando para ello la inteligencia artificial para los rastreos, los chatbots para proporcionarle información, etc.; y la sostenibilidad, ya que el cliente cada vez está más concienciado sobre la necesidad de un turismo más sostenible”.
Pero los expertos también han detectado otras tendencias en el mercado, sobre todo en el turismo de negocios, donde ganan presencia las pymes que, como ha explicado Alejandro Lista, vicepresidente regional de Ventas de Amadeus Hospitality para el sur de Europa y norte de África, “utilizan los mismos canales de reservas que los grandes productores de estancias en este segmento, farmacéuticas y consultoras; aunque con una preferencia al alza por la reserva directa, ya sea en call centers o en la web, también por la necesidad de obtener información de primera mano sobre los protocolos antiCOVID”.
Esta mayor relevancia de las pymes está provocando, según ha añadido, “un cambio en la tipología del turista de negocios que está llegando a los hoteles”. Esta “democratización de sectores” también está causando, como ha expuesto Fernando Ramiro, director de Gestión de mercado de Expedia Group, que “algunos destinos secundarios estén tomando peso y no sólo las grandes capitales estén resurgiendo, aunque todavía queda mucho camino por recorrer”. Y es que gracias al teletrabajo, según ha apuntado Fran Diéguez, director sénior de Cuentas y de Desarrollo de producto de Mirai, “los empleados pueden trabajar desde hoteles fuera de las grandes capitales”.
Los establecimientos urbanos asimismo están trabajando, como ha admitido David Esteban, director del Gran Hotel Attica21 Las Rozas, para “retener más al cliente en el hotel, también por seguridad, con propuestas gastronómicas como menús especiales o catas, controlando siempre la estructura de gastos y cuidando el servicio. Porque el cliente que venga por la calidad del servicio no viene por precio; pero si pierdes al cliente por un mal servicio, tampoco volverá por precio”.