Hoteleros y agentes ante el Imserso: dos escenarios muy distintos
Hosteltur. Mientras un potencial retraso del lanzamiento del programa del Imserso perjudicaría a todo el sector. El escenario probable que se queda en estos momentos para agentes de viajes y hoteleros es muy diferente, a tenor de las Fuertes rebajas en las ofertas económicas para el concurso 2021-2022.
Las agencias son las únicas que tienen garantizada la comisión en los pliegos del concurso, en tanto que la subida de 23 a 25 euros por estancia que el Gobierno anunció a los hoteleros no fue incluida en los mismos, lo que indica que tanto ellos como el resto de proveedores estarán ahora a merced de qué oferta sea la adjudicataria y qué fruto den las negociaciones a la que se verán abocados.
En el caso de las agencias, los pliegos recogen en esta ocasión una comisión del 14,5% indistintamente del producto que vendan, sea de costas, islas o circuito. Para los hoteleros, el precio por estancia de 25 euros solo quedó en el informe técnico que entregó el Imserso al solicitar en el Parlamento la subvención para el programa. Sin embargo, los pliegos no recogen esto, no hay una partida para hotelería o consignación de que hubiera un pago mínimo de 25 euros.
Los hoteles están ahora a expensas de los adjudicatarios y si el Imserso se decanta por el licitador que ha hecho la oferta más rebajada obtener un ingreso aceptable para la parte del alojamiento se complica, como también para otros proveedores.
Cabe recordar que los licitadores, y en especial Mundiplan, han hecho grandes rebajas, que superan hasta el 20% con lo cual casi todo el sector, también el transporte, el receptivo, etc. podría padecer el recorte.
¿Baja temeraria? Tras producirse estas rebajas y, cuando ya se hagan públicas las ofertas técnicas, se podrá apreciar qué puntuación obtiene cada licitante en cada uno de los aspectos. No obstante, salvo que sean requeridos para ello por el propio Imserso, no tendrán que justificar en qué medida es posible hacer esos recortes sin que sufra la calidad del producto o haya habido una competencia desleal.
Pero eso solo sería en el caso de que el Instituto de Mayores considerara que en alguno de los supuestos se ha incurrido en una “baja temeraria” según los términos establecidos en los pliegos. Si es así, el adjudicatario tendrá la obligación de justificar cómo ha podido reducir tanto el coste. Si alguno fuese requerido para ello y, según la información que aportara, podría haber impugnaciones por parte de los otros licitadores, al considerar que alguna acción, por ejemplo, ha supuesto un trato preferencial de algún proveedor.