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Con este viento de cola, en el sector se ha desatado la euforia por el aumento de rentabilidad y también la sorpresa por la fortaleza de la demanda. La explicación que encuentran: la crisis de la covid ha dado lugar a una sociedad más hedonista, dispuesta a gastar para disfrutar de la vida.

La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) y la consultora PwC apuntan que la temporada turística arranca con perspectivas superiores al 2019, año de récord histórico en el negocio de los viajes, con unas ventas y ocupación en cartera mayores “gracias a una demanda que aguanta la inflación”.

En los primeros meses del 2023 sigue la tendencia alcista de precios hoteleros –ver gráfico–, con ingresos totales por el conjunto del parque de habitaciones un 21% superiores a la temporada de invierno del 2019, indica un análisis de Cehat y PwC. El marketplace TravelgateX, que procesa más de 30.000 reservas diarias en todo el mundo y más de 3.000 millones de búsquedas, indica que las reservas para esta Semana Santa en España han aumentado un 16,9% respecto al año pasado, mientras que la tarifa media diaria de una habituación de hotel se sitúa en los 125 euros, doce euros más que en el 2022, según sus datos. En cuanto a las comunidades autónomas con más demanda (Andalucía, Canarias, Catalunya, Baleares, Comunidad Valenciana, Madrid y Galicia), la tarifa de la habitación para estos días está también unos 22 euros de promedio por encima del 2019.

Los ingresos de las cadenas hoteleras por el total de habitaciones aumentan un 21%

Aparte de las ganas de viajar, Jorge Marichal, presidente de Cehat, subraya otros factores clave que han acelerado la demanda turística pese al encarecimiento de la oferta. Primero, una coyuntura económica que, aunque con desafíos, resiste. “Los datos de empleo en los principales países emisores de viajeros –señala Marichal– no son negativos” y la inflación en España está por debajo de la de otras economías europeas. Todo ello, unido a una “mejora de la calidad de la oferta turística española” y a la situación de crisis de países competidores –Francia con la oleada de protestas sociales o Turquía con los recientes terremotos– beneficia a las compañías del ramo. “España se ha convertido en un destino refugio”, comenta el presidente de Cehat.

Algunas de las principales cadenas hoteleras auguran así una temporada extraordinaria. “Nos situamos ante una Semana Santa récord en todos los indicadores”, tanto de demanda como de tarifa media diaria (un 10% más que en el 2022), afirman desde Riu, con 27 hoteles en España (96 hoteles en el mundo). José Rodríguez Pousa, consejero delegado de Sercotel (114 hoteles en España) coincide en el diagnóstico y destaca que los precios en el 2023 se están beneficiando “del aumento de la antelación de demanda”. “Como consecuencia de ello, esperamos en Barcelona ciudad un incremento de en torno al 20% respecto al 2019 y un incremento de entre 25% y el 30% respecto al 2022. En toda Catalunya, el incremento en comparación con el 2022 se sitúa entre el 15% y el 20%”, dice el consejero delegado.

En Palladium (19 hoteles en España, 40 en total) califican la Semana Santa como “positiva” y auguran ocupaciones superiores al 65% en los hoteles que operan en España y del 80% en ámbito global. “Estas cifras suponen un cierto incremento con respecto al 2022 y el 2019. Adicionalmente, prevemos un aumento del 15% en los ingresos por el total de habitaciones”, señala Sergio Zertuche, director de Ventas del grupo hotelero Palladium. Hesperia (22 hoteles en España) calcula una tarifa media respecto al 2022 un 16% superior, mientras que sus ingresos por el total de habitaciones están un 70% por encima, “sobre todo gracias a los ratios de ocupación, que alcanzarán el 90%”, señalan desde la compañía.

Subirse a un avión también resulta más costoso después de la pandemia, y aún así la recuperación de la demanda sigue en modo ascendente. Los vuelos previstos en los aeropuertos españoles para la próxima semana casi igualan las cifras del 2019, con 60.498 operaciones previstas por Aena. Compañías como Vueling o Iberia han reforzado asimismo sus rutas. “La capacidad aérea para llegadas internacionales a España se encuentra prácticamente en los niveles previos a la pandemia, solo un 1% por debajo del 2019; en cambio, el número de asientos para vuelos domésticos crece un 13%”, explica Juan A. Gómez, jefe de inteligencia de mercado de ForwardKeys, consultora de inteligencia turística.

Las compañías esperan superar las cifras históricas del 2019 tanto en ocupación como en tarifas

Los precios crecen a doble dígito: comprar un billete para viajar a España desde Europa en los primeros tres meses del año ha sido un 26% más caro que en el mismo período del 2019, un 20% en el caso del conjunto del continente, indican los análisis de esta compañía. Para esta Semana Santa, los vuelos cuestan un 25% más de media que antes de la pandemia, añaden desde ForwardKeys. Kayak cifra por su parte en un 13% el incremento de precio para volar dentro de España respecto al 2022, un 7% en relación a cuatro años atrás. Hasta Ryanair ha aumentado tarifas.

Pero los aviones van prácticamente llenos, y cada día que pasa cuesta más encontrar una habitación de hotel para la próxima semana. El verano, indican los consultados, apunta en la misma dirección. El objetivo de superar los 87.061 millones de euros de gasto turístico realizado por los turistas internacionales el año pasado parece factible.