El turismo de negocios vuelve para crear cultura de empresa
Hosteltur. “La presencialidad está asociada a la generación de entornos de confianza para el negocio”.
El turismo de negocios aún se está recuperando del fuerte golpe que supuso para esta actividad la pandemia, aunque lo está haciendo más rápido de lo esperado. HOSTELTUR ha hablado con el director general de GEBTA, Marcel Forns, sobre la vuelta a la normalidad de este segmento del sector turístico y sus expectativas para este año, que se considera un punto de inflexión.
¿Es cierto que el turismo de negocios se está recuperando en 2023, incluso por encima de las expectativas que tenía el mismo sector?
Sí. De hecho, del primer trimestre hacemos una valoración muy postitiva, porque vemos que la tendencia de los viajes de negocios es a crecer. En el último cuatrimestre de 2022 el crecimiento era el 81% respecto a 2019, ahora alcanza el 87%. Por tanto, hemos mejorado pero aún hay margen para recuperarse y mejorar. Lo importante es que en el mes de junio ya empezaron a viajar las grandes empresas.
Ahora hay menos picos y menos asimetrías, todo está bastante más normalizado. También se recuperan los destinos domésticos, de medio y largo radio, segmentos que ya están todos por encima del 80%. En el observatorio anterior (último cuatrimestre del año) estaban todavía en el 70%. De hecho, la evolución se ha notado en medio y largo radio, porque el doméstico está igual. Con mucha prudencia, la tendencia que observamos es hacia una normalidad con menos saltos importantes.
Actualmente, ¿cuáles son los destinos más demandados para viajes de negocios y cómo ha evolucionado esa cuestión en los últimos años?
Hasta ahora los destinos más penalizados han sido los de Asia, muy condicionados por la situación en China. El grueso de los desplazamientos se realiza dentro del ámbito europeo. En el primer trimestre del año hay una tendencia curiosa, y es que el largo radio se ha recuperado en un 85%, mientras que en el radio medio esa evolución ha sido del 83%, y lo achacamos a las huelgas e incidencias en Alemania y Francia. En general, se mantienen los destinos tradicionales, que son aquellos donde hay negocio.
Tras la pandemia, ¿qué buscan los clientes que contratan viajes corporativos?
A nivel de objetivos de empresa, son exactamente los mismos. pero sí que es cierto que hay dos fenómenos, uno de ellos no es nuevo, que son las políticas de riesgo, es decir, la seguridad en los viajes. Esto ya lleva años implantándose, lo cual, no quiere decir que no tenga recorrido para mejorar. El otro son los aspectos de sostenibilidad, que se van incorporando poco a poco. Todavía no está establecido a un nivel importante, pero sí hay preocupación por esa cuestión.
¿Cuáles son las nuevas tendencias en viajes corporativos?
Hay pocos cambios desde el punto de vista de lo que están haciendo. Como buscan el negocio, cambia poco. Se intenta viajar menos y agrupar más reuniones. Es decir, hay una tendencia a realizar menos desplazamientos.
Por otra parte, vemos una recuperación de las reuniones internas. Había informes que decían que eran las que más iban a tardar en recuperarse, pero ha sucedido que se han recuperado más rápidamente de lo previsto, porque las empresas necesitan crear cultura de empresa y eso se había hecho históricamente en las oficinas. Es importante verse para generar esa cultura.
La apertura de China y otros países asiáticos tras la pandemia, ¿cómo afecta a los viajes corporativos en Europa?
Con la apertura del mercado y la restitución de los vuelos, se están volviendo a realizar esos viajes en ambas direcciones. Air China y Singapur vuelven a volar. En cuanto a los problemas que puede haber con el espacio aéreo a raíz de la guerra en Ucrania, al menos, la posición de España es menos gravosa, porque hay líneas alternativas.
¿Podemos considerar que la movilidad, tanto aérea como marítima o terrestre, ya se ha restituido lo suficiente como para facilitar los viajes de empresa?
Sí, sin duda. Hay que tener en cuenta que la capacidad de los transportistas sigue estando ahí y los viajes están volviendo. Se encuadra dentro de la vuelta a la normalidad.
Y, debido a la inflación, ¿se está produciendo un encarecimiento de los viajes de empresa?
A nivel general, del mismo modo que en número de viajes estamos por debajo de 2019, a nivel de ingresos estamos en las mismas cifras o incluso un poco por encima. Ya sea por efecto de la inflación o por algún factor adicional, como esas estancias más largas que he comentado.
Desde GEBTA, ¿por qué se considera tan importante la presencialidad tras una época de contactos profesionales online?
Porque la presencialidad tiene unos atributos que funcionan mejor que la parte online, que van asociados a la generación de entornos de confianza que son fundamentales para el negocio. Solo un 20% de la comunicación que generamos en una reunión social es verbal. En encuentros presenciales se produce una comunicación más potente, en determinados ámbitos, y eso se ha puesto de manifiesto en los dos años de la pandemia. Especialmente en entornos de mucha competencia o de mucho producto ‘comodity’, que puede ser fácilmente reemplazado por otros proveedores en el mercado. Si la comunicación se pasa a un entorno virtual, la relación se deteriora y se pierde.
En un estudio que hicimos conjuntamente con Iberia vimos que había un conflicto de intereses, porque los equipos comerciales consideraban que solo podían alcanzar sus objetivos con eficiencia realizando esos encuentros personales, mientras que los equipos de gestión apostaban por las reuniones virtuales.
A su juicio, ¿cómo se debe aplicar el concepto de sostenibilidad a los viajes corporativos?
Ahí tienes, en la política de viajes de una empresa, desde principios que señalan cuándo se debe viajar, hasta adoptar una política de proveedores adecuada. Se puede escoger un medio de transporte adecuado que sea menos contaminante, y lo mismo para el alojamiento, ya que algunos hoteles y cadenas tienen más desarrollada su sostenibilidad. Todo eso conforman las políticas de viaje.
Sin duda es una tendencia que va a continuar porque el cliente lo demanda. Además, no debemos olvidar que a principios de este año se publicó la directiva europea sobre las emisiones de las empresas, tanto direta como indirectamente.