El sector anticipa un buen 2025, pero qué amenazas podrían frenar su avance
Hosteltur. La subida de los precios, la tensión entre residentes y turistas y el auge de la venta directa son algunos de los factores que pueden afectar a la actividad turística, según las agencias de viajes y expertos del sector
“La industria del turismo y los viajes ha recobrado el pulso por completo”, concluye el informe de temporada del Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTUR) en su edición número 14. Además, las perspectivas para 2025 son también positivas, aunque se estima un crecimiento más moderado. Un desarrollo que no está libre de amenazas que podrían impactar en la evolución de la actividad turística.
Entre las principales amenazas para los próximos meses, según las agencias de viajes consultadas por ObservTUR, destacan la subida de los precios como el principal freno a la expansión turística. Le otorgan una valoración media de 8,50 sobre 10. A continuación citan la pérdida de poder adquisitivo (7,95) y el incremento de la contratación directa (7,49).
Los conflictos bélicos, como los de Ucrania y Oriente Medio, quedan en último lugar, con un 6,55 sobre 10. En comparación con el invierno pasado, se aprecia una disminución del alcance de todos los frenos, en especial el relativo a las guerras.
Comparada con encuestas anteriores, en esta edición se aprecia una preocupación por el desencuentro entre residentes y los turistas, posiblemente consecuencia de las protestas que se han llevado a cabo este año en diferentes destinos contra el actual modelo turístico.
La opinión de los expertos
Por otro lado, los patronos de ObservaTUR, que también ofrecen su opinión para la elaboración del informe, destacan de manera unánime que 2024 ha sido un año muy bueno, e incluso se han superado las expectativas y previsiones iniciales en muchos casos.
Si no hay “nada extraordinario”, estiman que el turismo mantendrá el próximo año la misma fortaleza que ha exhibido en 2024 y continuará creciendo de igual forma que hasta ahora.
Sostienen incluso que, a pesar de persistir algunas incertidumbres, no se advierten riesgos críticos a corto plazo. En cualquier caso, dudan de que este auge pueda continuar con el mismo ritmo.
No obstante, son conscientes de que, aunque en estos momentos no se atisben situaciones adversas, hay amenazas para el turismo. En primer lugar, destacan las circunstancias geopolíticas, en particular la evolución que pudieran tener los diferentes conflictos, con el foco puesto principalmente en Oriente Medio y Ucrania.
También les preocupan los factores económicos y los asuntos políticos, con especial inquietud porque la “brecha” entre las clases sociales se agranda cada día más, también por la inflación persistente y por el encarecimiento de los costes operativos.
Al igual que las agencias de viajes, también le preocupan la hostilidad entre los residentes y los turistas en algunos lugares e instan a resolverlo de forma conjunta entre la esfera privada y la Administración.
Los fenómenos extremos asociados al cambio climático aparece también de manera reiterada en las opiniones de los expertos, debido a los sucesos registrados a finales de octubre por la DANA en la Comunidad Valenciana (ver también DANA: ¿cuántos millones necesita el turismo valenciano para recuperarse?).