El precio de la energía obligará a cerrar alojamientos rurales en invierno
Hosteltur. Asetur estima que una de cada diez casas rurales cerrará durante los meses más fríos.
La inflación, si bien ha comenzado a desacelerarse, está dispara e impactando directamente en los costes y la rentabilidad de las empresas. Los propietarios de casas rurales advierten que por el precio de la energía, este invierno podría cerrar el 10% e incluso más.
Los propietarios de alojamientos rurales comenzarán a cerrar sus establecimientos a mediados de noviembre y en los meses posteriores, teniendo en cuenta la climatología invernal, porque la calefacción para aclimatar es uno de los costes principales, según ha explicado a EFE Pedro Carreño, presidente de la Asociación Española de Turismo Rural (Asetur).
Asetur prevé el cierre del 10% de los alojamientos rurales, aunque advierte que la cifra puede ir creciendo “en la medida en que la situación se vaya agravando”. Es que dentro de un contexto inflacionista, uno de los costes principales es la energía para calentar las casas rurales y “a veces se hace inviable poder mantener los precios al cliente”.
Carreño explica que si esas casas se mantienen abiertas y en el mercado, deberían subir aún más sus tarifas, “lo que conlleva un riesgo de que la ocupación baje”.
A principios de octubre, algunos propietarios de alojamientos rurales que comercializan su producto en la plataforma ClubRural ya habían denunciado un aumento del 50% en las tarifas de luz y por eso se planteaban abrir en las épocas de mayor demanda. También los hoteleros europeos hacían un llamamiento a los líderes de la Unión Europea para conseguir unos precios de la energía asequibles que permitan al sector sobrevivir este invierno.