“El objetivo no es mover la sede de la OMT, es fortalecer al sector”
Hosteltur. Gloria Guevara, asesora especial en jefe para el Ministerio de Turismo de Arabia Saudita. Tras cerca de cuatro años en Londres, al frente del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC por sus siglas en inglés), Gloria Guevara se ha trasladado a Riad, la capital de Arabia Saudí, donde ocupa el cargo de asesora especial en jefe para el Ministerio de Turismo. Un país que se abrió al turismo internacional de ocio en 2019 y que proyecta un ambicioso plan de inversiones hasta 2030, con la previsión de llegar a los 100 millones de visitantes ese año –ahora recibe 30 millones de turistas religiosos-. Al mismo tiempo, se propone tener un papel más destacado en el liderazgo del turismo mundial. “Arabia Saudita quiere tener una posición relevante, pero también tiene una gran preocupación por el sector a nivel mundial”, afirma Guevara. Respecto al cambio de sede de la Organización Mundial del Turismo (OMT) que planteó este país hace unos meses, explica que, ante la falta de coordinación internacional frente a la crisis sanitaria, “muchos ministros fueron a buscar al de Arabia Saudita, que ya les había ayudado con el G20, le decían que había que hacer algo y en este proceso algunos países le sugirieron reubicar la organización”.
Lleva seis meses trabajando con el Ministerio de Turismo de Arabia Saudí, un país que apenas ha empezado a despuntar en el sector, ya que se abrió al turismo hace solo dos años. ¿Por qué decidió dar este paso?
Desde mi óptica yo ya había terminado mi mandato en el WTTC. Transformé la organización, la llevé a otro nivel. Además, en la historia del turismo, cada vez que ha habido un nuevo destino y se ha invertido, ha beneficiado a todo el sector, no solamente a ese país. Arabia Saudita tiene un potencial impresionante y me llamó la atención desde que lo vi. Para crecer en el sector necesitas tres cosas: potencial, el compromiso, que normalmente es financiero y político, y la visión del liderazgo, y aquí tienen los tres. Quieren aprender de las experiencias de otros y el ministro me invitó a incorporarme a este proyecto como asesora especial.
¿Cuáles son los principales proyectos que van a desarrollar hasta 2030?
De aquí a 2030 el Reino de Arabia Saudita va a invertir un trillón de dólares, que se destinarán a diferentes tipos de inversión. Hay gigaproyectos, como el de Neom, una nueva ciudad, más futurista y más sostenible, o un gran proyecto para el Mar Rojo, se conoce más el lado de Egipto, Sharm el-Sheij, o la parte del norte, pero no la parte del este. También hay un gran proyecto de inversión en infraestructuras y un fondo para invertir en otros países.
¿En qué consiste ese fondo?
Se está creando con el Banco Mundial para invertir en comunidades pequeñas en otras partes del mundo, en destinos que necesitan más apoyo. Puede ser para infraestructuras turísticas, sostenibilidad, turismo rural, cultural… El fondo se inicia con Araba Saudita con 100 millones de dólares [85 millones de euros] y se espera llegar al billón de dólares con todos los donantes.
Arabia Saudí se ha propuesto alcanzar 100 millones de visitantes en 2030. ¿A qué perfil de viajero pretende llegar?
Hay diferentes tipos de turistas. Por un lado, el turismo religioso, la idea es que los miles de musulmanes que cada año van a La Meca aprovechen el viaje y conozcan el país. También están los viajeros de placer y con intereses culturales, y el de negocios, que sigue creciendo. El plan contempla el desarrollo de producto, de destinos, de experiencias para diferentes tipos de viajero. Este país tiene una cultura impresionante, donde vas respiras historia, hay playas completamente vírgenes, hay cruceros que salen del Mar Rojo…
Además de las inversiones para potenciar el destino turístico, ¿qué otros objetivos persigue esta apuesta por el sector?
Queremos ayudar a la región y al mundo. Lo importante es que el beneficio no sea solo para el destino, es para la región. Arabia Saudita tiene una posición geográfica interesante, dos terceras partes de la población están a menos de seis horas. Queremos más vuelos y vamos a abrir también una aerolínea.
Con la apuesta por el turismo, no solo vamos a ayudar a Arabia Saudita, queremos ayudar a todo el sector. Desde que yo conocí al ministro, en 2019, ha venido ayudando al sector. En medio de la pandemia tuvo la presidencia del G20 e invitó, por primera vez, al sector privado a hablar de turismo en este grupo.
Su objetivo, por tanto, ¿es tener también más influencia a nivel global?
Quiere ayudar a posicionar al sector en el lugar que merece porque no tiene el reconocimiento que debería tener como otros sectores porque no tiene presupuesto como otros sectores. Arabia Saudita quiere tener una posición relevante, pero también tiene una gran preocupación por el sector a nivel mundial. De hecho, el ministro ha estado escuchando a otros ministros, aprendiendo del sector.
Esa pretensión por tener mayor relevancia ¿es la razón por la que propusieron Riad como sede de la Organización Mundial del Turismo (OMT) en sustitución de Madrid?
¿Cuál es el primer problema que hemos tenido ahora? Yo lo dije claramente cuando estaba en el WTTC, el problema no fue el virus, fue la falta de coordinación internacional, los países no se ponían de acuerdo, un país abría las fronteras, a otro no le interesaba hacerlo… Hubo falta de liderazgo, a lo que se suma una organización como la OMT, con muy pocos recursos y muy débil. Su presupuesto es pequeñito comparado con el de la Unesco [también agencia de la ONU] o con la Organización Mundial del Comercio.
El ministro dijo entonces que había que invertir y ayudar a la Organización, que había que involucrarse para que nuestro sector se reconozca en todo el mundo, que nos favorezca a todos, que podamos trabajar de forma coordinada y acelerar la recuperación.
En plena pandemia, el ministro saudí logró una coordinación sin precedentes con el sector privado. Estuvo muy activo durante la presidencia del G20, invitó a países de fuera de este grupo y al sector privado. Esa situación hizo que continuara con esta coordinación. Hay que recordar que el reto más importante fue la falta de coordinación en el COVID.
¿A partir de ahí surge la idea del cambio de sede?
Lo que ocurrió es que muchos ministros fueron a buscar al de Arabia, que ya les había ayudado con el G-20, le decían que había que hacer algo y en este proceso algunos países le sugirieron reubicar la organización.
La relación entre España y Arabia Saudita es muy fuerte, viene desde hace muchísimos años y es fundamental que se fortalezca. El objetivo no es mover la sede, el objetivo es fortalecer el sector. España y Arabia Saudita van a trabajar juntos en un punto que se incluyó en la agenda para la Asamblea General de la OMT [se ha celebrado esta semana en Madrid].
El título de ese punto es “Resideñando el futuro del turismo”, en el que se plantea cambiar los actuales métodos de trabajo de la OMT e impulsar determinadas reformas en esta entidad. ¿Qué proponen concretamente?
Asegurarnos de que entendemos las necesidades de todos los miembros de la organización y del sector, las necesidades de hoy y del futuro. Asegurarnos de que la organización tiene los recursos para cubrirlas y de que se trabaja con todo el conjunto del sector. A finales de octubre, cuando Reyes Maroto estuvo en Riad, se anunció el acuerdo entre Arabia Saudita y España. Se está trabajando de forma coordinada en este rediseño porque a ambos países les interesa cómo fortalecemos, la recuperación, cómo recuperar los empleos perdidos…
Con el rediseño queremos asegurarnos de que tenemos los fondos necesarios, para hacer investigación de mercado, para mejorar en capacitación turística… Asegurarnos también que existe esa coordinación, de que nuestras iniciativas tienen un impacto global.
En Riad se ha instalado la primera oficina regional de la OMT, ¿qué va a implicar?
Va a ayudar a la región. Queremos que se haga investigación de mercado, que se lleven programas para ayudar a la región, pero que lo que salga de ahí se comparta con el mundo.
Mencionaba antes la falta de coordinación, de liderazgo. El turismo ha sufrido la peor crisis de su historia y aunque empieza remontar sigue habiendo mucha incertidumbre, ¿considera que se necesita un nuevo liderazgo a nivel mundial en el ámbito turístico?
El liderazgo se tiene que hacer en conjunto, es coliderazgo. El turismo es transversal, requiere de todos. El hecho de que salgan nuevos liderazgos en el sector beneficia y refuerza los antiguos liderazgos.
Lo que ha pasado con la OMT, ¿fortaleció o no fortaleció el turismo aquí en España? Yo creo que sí. La organización está aquí desde el 75, pero seguro que había muchos españoles que ni siquiera sabían que estaba aquí, y lo han sabido ahora gracias a que ha habido esta situación en que algunos países le pedían a Arabia Saudita que hiciera algo. Esta conversación ha beneficiado de alguna forma al sector porque se le está valorando más.
Usted vive ahora en Arabia Saudí, un país que no sale muy bien parado en cuestiones de derechos humanos, de la mujer… en el último informe de Amnistía Internacional.
Hay temas en todas partes, pero ha sido una grata sorpresa para mí. Respecto a la mujer, se le están dando muchas oportunidades, hay mujeres brillantes, hay muchas trabajando en el Ministerio de Turismo. La transformación que está haciendo este país es impresionante. Es una sociedad vibrante, preparada, que quiere el cambio.
Y como mujer directiva, ¿se siente respaldada?
Hay un apoyo impresionante. Estoy trabajando aquí porque me encanta ser parte de la transformación, estoy viviendo esa transformación.