El disfrute de la experiencia dispara el turismo, pero el gasto se frena | Federació Hostaleria i Turisme de les Comarques de Girona

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El disfrute de la experiencia dispara el turismo, pero el gasto se frena

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Hosteltur. La pandemia ha favorecido un cambio en el comportamiento de los consumidores españoles. Ahora tienen una nueva filosofía de vida en la que priorizan disfrutar de experiencias frente al hábito de poseer y atesorar determinados bienes de consumo, según señala el Barómetro Turístico de la firma de consultoría y servicios profesionales Braintrust. En su última edición, analiza el gasto de los hogares españoles.

El gasto en entretenimiento y esparcimiento, que incluye restaurantes, hotelería, ocio y cultura, se sitúa solo por detrás de vivienda y alimentación, cuyo peso en el gasto de los hogares se ha disparado desde 2019 debido al efecto de la inflación, según concluye el informe.

No obstante, el deseo de disfrutar más se ve frenado por una ralentización en el gasto de gran parte de las familias. La fuerte subida de los precios en los últimos tiempos ha mermado la disponibilidad presupuestaria de muchos hogares, reduciendo su capacidad de consumir ocio.

De este modo, son los hogares de mayores ingresos los que siguen impulsando el gasto de restauración y hotelería, de ocio y cultura, y de forma colateral del turismo. Por tanto, “la euforia desatada en el turismo tiene más que ver con el turismo extranjero, donde seguimos con turistas prestados, que con el español”, afirma Ángel García Butragueño, director de Turismo en Braintrust.

En estes contexto, advierte a las empresas que “la estrategia válida para un año puedo no serlo para otro”, con lo que deben de redefinir “sus estrategias de distribución, optimizando con ello la oportunidad”.

Cómo se distribuye el gasto de los españoles

En todas las franjas de hogares analizados, el gasto en restauración, hotelería, ocio y cultura supera al realizado en artículos que siempre han sido muy valorados por las familias, como la moda, la tecnología, incluso la propia enseñanza o la sanidad.

El estudio de Brainstrust aprecia diferencias muy importantes en los hogares respecto al peso que cada uno asigna a cada categoría de gasto. En los más privilegiados, la cuantía destinada a restaurantes y hoteles alcanza el 12,2% sobre el total, más que en 2019, cuando suponía un 11,9%. En los de menores ingresos, dicha categoría solo representa un 5,9%, antes de la pandemia era algo mayor, un 6%.

Si al capítulo de hoteles y restauración se une la parte dedicada a ocio y cultura, en el primer grupo el peso supera el 18%, y en el segundo sube hasta el 9,3%. Se confirma así que, tras la pandemia, los españoles gastan más en estos aspectos, solo por detrás de vivienda y alimentación, indica el análisis.

En el tramo intermedio estarían el resto de los hogares, con un 9,6% en esta categoría, bajando desde el 9,9% en 2019, lo que, unido a cultura y ocio, llegaría hasta el 14,4%.

Es conveniente analizar con frecuencia “los datos del consumo de los españoles, que cambian en función del escenario socioeconómico, y que marcan unas previsiones muy precisas, a las que hay que estar atentos para diseñar las estrategias de las compañías en el corto, medio y largo plazo”, señala José Manuel Brell, socio responsable de la práctica de Estudios y Modelos Cuantitativos, y de la Industria de Turismo y Ocio en Braintrust:

“En el caso del gasto en ocio, restauración, cultura y hotelería, se observa claramente que los españoles quieren ponerlo como una prioridad, pero el impacto de los precios en vivienda (tanto alquiler como compra) y alimentación recolocan las categorías de gasto, apreciando diferencias por franja de ingresos de los hogares en España que son muy importantes”.

En los hogares con más ingresos, la dedicación de presupuesto tiene menor cuota sobre el total en el caso de vivienda y alimentación, con una cifra del 42,5%, subiendo desde el 39,5% en 2019. En familias con ingresos medios, la vivienda y alimentación alcanza el 49,5% del total de sus gastos del hogar, un 4,7% más que en 2019. Dicho porcentaje al 59,6% en el caso de los ingresos más bajos, dejando solo un 5,9% del presupuesto para el gasto hoteles y restaurantes.