La inflación de 2023 bajará al 4,9% si se prorrogan las medidas anticrisis
El Periódico. El Banco de España recorta el crecimiento del año próximo al 1,3% y reduce en siete décimas su previsión del IPC bajo el supuesto de que el Gobierno mantendrá las ayudas a la luz, el gas y el transporte público. El organismo parte de la hipótesis de que el Ejecutivo solo retirará la bonificación general de 20 céntimos por litro de carburante.
El Banco de España ha vuelto a rebajar, aunque ligeramente, su previsión de crecimiento para 2023, hasta el 1,3% (una décima por debajo de lo estimado en octubre y ocho décimas por debajo del 2,1% previsto por el Gobierno). Además, el organismo, esta vez, ha corregido de forma notable a la baja su previsión de inflación media para el año próximo. En las nuevas proyecciones sobre la economía española, publicadas este martes, el Banco de España prevé ahora que la inflación media se situará en el 4,9% en 2023, siete décimas menos que el 5,6% vaticinado en octubre. Y la razón de tan sorprendente giro es que en sus nuevos cálculos ha tomado como hipótesis central que el Gobierno prorrogará durante todo 2023 las rebajas fiscales sobre la electricidad y el gas y que solo pondrá fin a la bonificación generalizada de 20 céntimos por litro de combustible.
Ninguna de estas dos hipótesis son ciertas aún. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que la decisión se tomará la próxima semana, a escasos días de finalizar el año. Pero dentro de sus hipótesis de cálculo, el Banco de España parte del supuesto de que el Gobierno prorrogará durante todo el año próximo, hasta el 31 de diciembre de 2023, la reducción al 5% del IVA de la electricidad y del gas, la rebaja al 0,5% del impuesto especial sobre la electricidad y la suspensión del impuesto sobre el valor de la producción de energía eléctrica (IVPEE), así como la congelación del precio del butano. Estas medidas tendrían un impacto en el déficit de cuatro décimas (unos 5.200 millones de mayor déficit). El Banco de España también asume la posible prórroga hasta el 31 de diciembre de 2023 de la reducción del precio de los abonos transporte de metro y bus, así como del límite del 2% a la revalorización de los alquileres, y del aumento transitorio del 15% en las prestaciones no contributivas.
Además, a diferencia de sus proyecciones de octubre, el Banco de España ya incorpora a sus cálculos medidas que sí han sido aprobadas, como la prórroga hasta el 31 de diciembre de 2023 de un tope máximo del 15% al incremento del coste de la materia prima en la tarifa de último recurso del gas y la gratuidad de los abonos de transporte ferroviario de cercanías.
Prórroga en 2023 y retirada en 2024
La prórroga de todas estas medidas ayudan a que la inflación media prevista por el Banco de España para 2023 sea del 4,9%, siete décimas por debajo de lo que el propio organismo proyectaba en octubre (5,6%). Prorrogar también la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante hasta finales de 2023 restaría otras seis décimas a la inflación (hasta el 4,3%), según las estimaciones del Banco de España. Sin embargo, esta no parece ser la intención del Gobierno, según se desprende de las declaraciones de la propia vicepresidenta Nadia Calviño.
Por otra parte, el escenario de prórroga de las medidas que el Banco de España incorpora como hipótesis en las previsiones publicadas este martes añade cuatro décimas al crecimiento del PIB previsto para 2023, hasta el 1,3%, que, de otro modo quedaría reducido al 0,9%.
Una prórroga de las medidas anticrisis como la que prevé el Banco de España permitiría, así, sostener parte de la actividad económica y contener la inflación. A cambio, el impacto económico de la retirada total de las medidas de alivio se traslada a 2024, un ejercicio para el que la previsión de crecimiento ha sido recortada en dos décimas, hasta el 2,7%, con una inflación media del 3,6%, casi el doble de lo que el Banco de España estimaba en octubre (1,9%). En resumen, en este esquema de previsiones el impacto que conlleva la retidada de las medidas adoptadas por el Gobierno contra la crisis energética se traslada de 2023 a 2024.
Cadena de previsiones hasta 2025
El Banco de España incorpora por primera vez el año 2025 en su horizonte de previsiones. Para este ejercicio prevé un crecimiento del PIB del 2,1% (en el entorno de lo que considera que es el crecimiento potencial de la economía española) y una inflación media del 1,8%.
En resumen, las nuevas previsiones del Banco de Epsaña incluyen tasas de crecimiento del PIB del 4,6% en 2022; el 1,3% en 2023; el 2,7% en 2024 y el 2,1% en 2025.
La nueva cadena de previsiones de inflación media incluye una tasa del 8,4% para 2022; del 4,9% para 2023; del 3,6% para 2024 y del 1,8% para 2025.
Sin recesión a la vista
En el esquema presentado este martes por el Banco de España, la economía española parece esquivar la recesión técnica. El organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos vaticina que en el cuarto trimestre de 2022, la economía española podría seguir creciendo, aunque lo haría a una tasa de apenas el 0,1%. Se estima que “la debilidad de la actividad aún seguirá siendo significativa en el primer trimestre de 2023”, periodo para el que se proyecta un crecimiento similar al del cuarto periodo de 2022. De este modo, la economía española habría logrado esquivar la recesión técnica si bien “en un escenario de tanta volatilidad e incertidumbre como el actual es precipitado descartar nada”, advierte el director general de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán.
No obstante, espera que a partir del segundo trimestre del año próximo, el crecimiento “recuperaría vigor de manera paulatina”, a medida que se recuperen las rentas de los hogares (y el consumo), mejore el sector exterior y se desplieguen los proyectos de inversión vinculados a los fondos europeos Next Generation EU. Con todo, no será hasta finales de 2023 o principios de 2024 cuando la economía española recuperaría el nivel previo a la pandemia.