La inflación cerró febrero dos décimas por encima de lo previsto, hasta el 7,6%
La Vanguardia. Electricidad, gasolina y alimentos empujan al alza los precios. El Índice de Precios de Consumo (IPC) cerró febrero con una tasa del 7,6%, un punto y medio por encima de la registrada el mes anterior y la más alta desde diciembre de 1986. La cifra es dos décima superior al dato adelantado a finales del mes pasado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que estimó que el IPC sería del 7,4%.
La electricidad, la gasolina y los alimentos fueron los componentes del índice que mayor peso tuvieron en este repunte. La tasa de inflación interanual vuelve a subir después de que en enero bajara respecto a diciembre, cuando pasó del 6,5 al 6,1 %, y rompiera una tendencia al alza que se repitió durante diez meses consecutivos y que ahora vuelve a recuperarse en un contexto marcado por las tensiones provocadas por el conflicto en Ucrania, que estalló el pasado 24 de febrero.
La inflación subyacente, que no tiene en cuenta los alimentos no elaborados ni productos energéticos, aumenta seis décimas, hasta el 3%. Se trata de la tasa más elevada desde septiembre del 2008, y se sitúa más de cuatro puntos y medio por debajo de la tasa general del IPC.
La previsión de los expertos es que la inflación llegara a su cota más alta en febrero y que luego fuera reduciéndose de manera gradual. Sin embargo, la guerra de Ucrania ha impulsado al alza los precios de la energía, lo que provocará que la escalada inflacionista continúe en los próximos meses.
Retirada de estímulos. El BCE eleva su previsión de inflación
Para frenar esta tendencia, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido acelerar la retirada de estímulos que inyecta desde hace años en sus programas de deuda. Asimismo, ha elevado su previsión sobre la inflación de este año desde el 3,2% que apuntó en diciembre al 5,1%.