Riu afronta retos de nueva generación
No está previsto a corto plazo y desde luego “no forzar nada” es la norma no escrita para llevar a cabo el relevo familiar al frente de Riu Hotels & Resorts, como incide su consejera delegada, Carmen Riu. Pero también ha reconocido que “la preparación de la siguiente generación se ha hecho desde el principio, desde que los niños eran pequeños”. Ella y su hermano Luis Riu, también consejero delegado, nos revelan cómo han dispuesto todo para garantizar la continuidad de la saga.
Carmen y Luis Riu han tenido bien presentes las palabras de su padre, Luis Riu Bertrán, a la hora de educar a su prole, como ha recordado a HOSTELTUR la consejera delegada de la cadena: “Mi padre siempre decía que el empresario asume muchos riesgos y algún día puede perderlo todo, por lo que tiene que estar preparado para trabajar en cualquier otra cosa, él y sus descendientes. Y nada de formación de clase alta, sino de clase trabajadora. Es como nos educó a nosotros y lo que también hemos hecho con nuestros hijos”.
De hecho, según ha detallado, “los tenemos a todos trabajando en la casa. Como hay diferencia de edades, hay unos que se han incorporado antes y otros más tarde, también en función de las oportunidades que han ido surgiendo en momentos determinados de evolución de un departamento u otro”. Pero en todos los casos han empezado desde abajo, pasando por distintas áreas de responsabilidad e incluso regresando tras ocupar cargos directivos en grandes empresas internacionales.
Además, la convivencia cercana de ambos hermanos ha facilitado que los primos hayan crecido juntos, se conozcan muy bien entre ellos y se lleven bien. A ello se suma el hecho de que, como ha señalado Carmen Riu, “desde hace 16 años, cuando el pequeño tenía 12, celebramos una reunión anual con ellos donde hacemos balance del ejercicio: qué hemos hecho bien o mal, cómo lo hemos corregido, qué beneficios hemos tenido, qué inversiones hemos hecho…”.
Y, según ha añadido, “aún seguimos haciéndola, aparte de que ellos también mantienen sus reuniones entre primos sobre temas muy concretos en los que quieran profundizar. De hecho ellos mismos nos pidieron un cambio de algunos artículos de los estatutos que Luis y yo aceptamos”. A esas reuniones se suman, como ha agregado Luis Riu, encuentros “con asesores externos, con nuestros abogados o con los consejeros, para preguntarles lo que han querido y empaparse bien del funcionamiento de la empresa”.
Evolución natural
Lo que ambos persiguen es que esa continuidad de la saga familiar se realice, en palabras de Carmen Riu, “de forma natural, sin forzar nada, y por ahora todo va encajando”. La propia evolución de la empresa y las oportunidades que han ido surgiendo han determinado que ella ahora comparta algunas de sus responsabilidades con su hijo, Joan Trian, y su hermana Lola se encargue del área de Sostenibilidad; Naomi Riu, hija de Luis, esté al frente de la Dirección Financiera (Riu revela las claves para afrontar una situación de ingreso cero), mientras sus dos hermanos, Luis y Roberto, acompañan a su padre en sus viajes a todas las aperturas y reformas para vivir de primera mano la estrategia de expansión de la cadena.
Buscan así que la complementariedad y confianza absoluta que siempre han caracterizado la relación entre ambos hermanos se trasladen a la siguiente generación. Y es que, según ha admitido Luis Riu, “a mí no me gustan los temas que lleva ella y a ella, a lo mejor sí le gustan un poco más los míos pero tampoco podría seguir ese ritmo, por lo que ninguno se mete en el terreno del otro, en el que confiamos plenamente, y así, juntos, abarcamos más”. En este sentido Carmen ha subrayado que su hermano “está tocado, igual que mi padre, de una cualidad para saber dónde invertir, a qué nuevos destinos hay que ir. Y yo me fío totalmente de su intuición, porque además carezco de ese sexto sentido”.
Un buen ejemplo de ello, y caso de éxito, fue su entrada en Jamaica, con la que en principio su socio TUI no se mostraba muy de acuerdo, como ha precisado Luis: “Le decían a mi padre que me iba a equivocar, pero claro, ellos pensaban en Kingston, donde la situación es más complicada, pero yo veía que marcas como Sandals y SuperClubs gestionaban con éxito resorts todo incluido a un precio elevado que me dejaba a mí mucho margen de acción”. Y no le faltaba razón: al primer establecimiento le siguieron otros –hoy tiene seis distribuidos en tres localizaciones dentro del país: Montego Bay, Negril y Ocho Ríos- y, aunque al principio intentó mantener el secreto ante las insistentes preguntas de sus competidores, la realidad acabó cayendo por su propio peso.
Retos para nuevas generaciones
Las nuevas generaciones heredarán retos de las anteriores aún sin resolver, como la infravaloración del sector turístico en nuestro país, sobre todo el segmento vacacional, que sin embargo es líder y modelo a seguir fuera de nuestras fronteras. Carmen Riu no entiende “por qué tenemos esta mala imagen en España. Somos el motor de nuestra economía y ya en la anterior crisis demostramos nuestra capacidad para sacar al país adelante”.
Y va más allá: “Al subestimar el sector es como si infravaloraran el trabajo del personal de hostelería. ¿No tienen valor un recepcionista o un camarero, que hablan varios idiomas? Servir un café con amabilidad y simpatía cada día del año, independientemente de tu situación personal, no es tan fácil, ¿eh? ¿Las camareras de piso? Hoy en día no hay nadie que sepa de desinfección más que ellas. El técnico de un hotel conoce a la perfección todos los aparatos que lo integran. Entonces, ¿por qué infravaloramos tanto al trabajador turístico? Es algo que no puedo entender”.
Y además, ha añadido, “con lo que aportan al país. Tenemos una materia prima, que es el sol, las playas y nuestra forma de vivir, que hay mucha gente a la que le apetece venir y disfrutarla con nosotros. Y resulta que no lo valoramos. Es una materia prima fantástica que atrae a mucha gente y que a muchos otros países les gustaría tener. Pues pongámosla en valor”.
Fondos europeos
Y en esa puesta en valor los fondos europeos tienen mucho que decir, aunque ambos directivos tampoco se muestran muy optimistas respecto a su aplicación. Y es que a estas alturas, según la consejera delegada de Riu, “aún no sabemos qué tenemos que hacer” para solicitar esa financiación para proyectos de sostenibilidad y digitalización “que ya tenemos preparados para su ejecución”. La Administración “se muestra dialogante pero aún no saben nada de cómo lo van a hacer”.
Carmen Riu teme que “igual que pasó con el Plan E de 2008-2009, todo el esfuerzo se quede en acciones puntuales para pequeñas iniciativas, pero no se focalice en transformar nuestro modelo turístico con proyectos mucho más integrales y complejos. Veo que a la Administración le cuesta avanzar en esto. Por ejemplo, ¿por qué el turismo no merece tener un PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) como sí han tenido otros sectores?”.
No sólo podemos perder una gran oportunidad, sino que nuestros países competidores en Europa sí la aprovechen para recortar distancias. Y el ejemplo lo tenemos cerca, como ha destacado la directiva: “En Italia ya organizaron hace meses un comité como toca, que está trabajando en ello y promoviendo todo tipo de iniciativas. Claro que ellos tienen a Draghi al frente”.
Estrategia de RSC
La falta de reconocimiento del sector es aún más flagrante si se analizan las acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que emprenden empresas turísticas como Riu, que incluso en el peor año de su historia mantuvo su presupuesto en este tipo de acciones poniendo el foco en las personas.
Y así va a seguir ya que, como ha avanzado Carmen Riu, “para 2022 destinaremos lo que teníamos previsto para 2020, que superaba los dos millones de euros”. Esa línea estratégica va a continuar aplicándose de manera paralela a la de la sostenibilidad en los hoteles, donde a raíz del coronavirus se retrocedió en la eliminación de los plásticos de un solo uso para garantizar la seguridad de clientes y empleados, pero que ahora la cadena va a retomar.
A ello se añade, según ha enumerado la directiva, “la instalación de placas solares en todos los establecimientos que podamos, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, para potenciar el autoconsumo; y favorecer la circularidad hotelera con todo el tema de reutilización de aguas grises, como ya veníamos haciendo en destinos como Canarias, Cabo Verde o Costa Rica, y de residuos, que va a ser clave. Todo eso implica inversiones importantes, aunque nosotros estamos decididos a continuar avanzando en esa línea, con mi hija Lola al frente, porque consideramos que es el camino a seguir”.