Digitalización para conectar las economías verde y azul en turismo
Hosteltur. La importancia de la economía azul, la de las actividades ligadas al mar, es enorme tanto en España como en el entorno europeo. Más de 200 millones de personas viven en zonas costeras o islas dentro de la UE. Es más, un tercio de la población mundial habita a menos de 50 kilómetros de la costa y el montante de recursos sería equivalente a la séptima economía mundial al generar 2,5 billones de dólares, según explicó ayer Eduardo Martínez, responsable de Desarrollo de Negocio en Minsait-Indra, dentro del área de Territorios y Ciudades Inteligentes, durante su participación en la Jornada de Turismo Azul organizada por HOSTELTUR y Las Palmas de Gran Canaria, donde explicó las posibilidades de la conexión entre economías verde y azul en el futuro del modelo turístico.
Además, la importancia de España se mide en su contribución al empleo de las actividades en torno al medio marino representando el 20% del empleo que se genera dentro de la UE en este sector, con 4,5 millones de puestos de trabajo, el 63% en turismo costero. Y ese espera que esos 4,5 millones se conviertan en unos 9 millones en los próximos años.
En el turismo es básico, pues el 80% de los viajeros extranjeros que se alojan en España lo hacen a menos de 10 kilómetros de la costa. “Hablamos de economía azul, que es muy relevante, pero el nuevo concepto es del de economía azul sostenible, que es donde debemos dirigir la mirada, donde girar la dirección, hacia un lugar donde esa política azul pase a ser una política mucho más verde y que consigamos desde Europa y desde España liderar ese sector a nivel internacional”.
Para alcanzar los objetivos de neutralidad climática y contaminación cero se abren una serie de oportunidades como las ligadas a la economía circular y la prevención de residuos, la restauración de los sistemas de vegetación costera, el impulso de la energía renovable marina -con fuentes aún en una fase muy precomercial, muy innovadora, pero que en los próximos años llegarán a tener un impacto muy grande dentro de la generación de energía- y la transformación digital.
Las tecnologías innovadoras como los macrodatos, la inteligencia artificial, la modelización avanzada, los sensores sofisticados y los sensores autónomos podría podrían transformar la economía azul apoyándose en su digitalización y en una gestión inteligente.
Todos estos retos, aplicados a la gestión turística del litoral que permitan la transformación del sector girarían en torno a cinco grandes acciones que pueden observarse en el cuadro siguiente.
El análisis del comportamiento del turista permite observar cómo interactúa con los elementos de la ciudad o dónde se hospeda, para gestionar mejor el turismo de la ciudad conociendo su comportamiento para proporcionar los mejores servicios. Todo ello muy ligado con la comercialización y diferenciación para poder analizar cuál es el cliente objetivo, en definitiva, “gestionar el turismo de la manera más inteligente posible”, acomodando además la oferta a la demanda.
Para ejemplificar estas acciones Martínez mostró el proyecto elaborado para Las Palmas, un proyecto de Inteligencia Azul para transformarla y hacerla más sostenible a través de una Plataforma Ciudad. Uno de los aspectos más destacados es el Smart Beach, para adaptar los servicios de la playa a las necesidades reales. Un proyecto en el que lo más importante es que permite “aprender de cara al futuro” para poder adaptar la gestión a lo que se puede ya predecir con tecnología.