Ayudas directas: comparativa entre Alemania, España, Francia e Italia
Hosteltur. Desde el inicio de la pandemia de la COVID-19 la situación financiera de muchas empresas se ha debilitado de manera importante. En muchos casos, como sucede en el sector turístico, muchas compañías están al límite de su resistencia más de un año después del inicio de la crisis. Con el fin de paliar esta situación, el Gobierno aprobó el 12 marzo un plan de ayudas directas dotado con 7.000 millones de euros, ya que las medidas aprobadas hasta la fecha -ERTE, créditos ICO y ayudas a autónomos- se han mostrado insuficientes ante la prolongación de la crisis. Las subvenciones a fondo perdido en España se han puesto en marcha mucho más tarde que en otros países europeos y son las más escasas, como señala la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), que ha realizado una comparativa entre las estrategias impulsadas en Alemania, Francia, Italia y España.
Ante la perspectiva de quiebras en cascada y de una multiplicación de impagos, los gobiernos han instrumentado ayudas directas y operaciones de refinanciación. Su objetivo es reforzar la capacidad financiera de las empresas y tratar de preservar así numerosos negocios viables al borde de la insolvencia. Pero los programas impulsados por los diferentes países presentan notables diferencias.
En su análisis de las iniciativas de los cuatro Estados europeos, Funcas destaca enfoques distintos en los plazos de implementación, en los criterios de concesión y en las cuantías. Detalla que los planes más generosos corresponden a Alemania y Francia, países en los que el coste presupuestario de las ayudas directas asciende a 50.000 millones y 20.400 millones de euros, respectivamente, frente a los 11.000 millones en Italia y los 7.000 millones en España.
En lo que se refiere a nuestro país, las ayudas “son similares a las que se aplican en los otros tres países en cuanto al porcentaje de pérdidas que se compensan. Además, al incorporar un mínimo (4.000 euros), el dispositivo español tiende a favorecer a los pequeños negocios”, explica el director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, Raymond Torres.
Sin embargo, “la normativa española llega varios meses más tarde que en los otros tres países y su cobertura es relativamente reducida, por aplicarse solo a los sectores más perjudicados por la pandemia”, añade.
En su opinión, el principal riesgo es la puesta en marcha, más compleja que en los otros países, lo que podría retrasar la llegada de las subvenciones, además de plantear desafíos de gestión y de disparidad entre las comunidades autónomas.
Por otro lado, el informe de Funcas concluye que la gestión de las medidas marca otra gran diferencia. En Francia e Italia, las solicitudes se realizan directamente desde el portal de la Agencia Tributaria, que es el ente encargado de conceder las ayudas. En Alemania y España la implementación corre a cargo de las administraciones regionales, y en el caso español, previa convocatoria en cada autonomía.
Criterios de concesión
En Alemania y Francia las ayudas se empezaron a conceder desde el otoño y, en un principio, estaban destinadas solo a las empresas que se enfrentaban a una restricción administrativa de actividad, pero desde el primer momento se han ampliado a todos los sectores. En Italia las ayudas se han generalizado también al conjunto de la economía, pero en España se limitan a los sectores más perjudicados (comercio, hostelería, ocio).
La concesión depende del porcentaje de ingresos perdidos por la crisis. En Alemania, España e Italia, solo pueden solicitar la ayudas los negocios que hayan visto reducida su facturación al menos un 30% con respecto a 2019. En Francia, especialmente en los sectores más afectados, tienen derecho a una transferencia desde el primer euro perdido.
La principal preocupación de los gobiernos, sostiene el informe, es limitar el desgaste del tejido productivo, aunque suponga la perpetuación de algunos negocios inviables. En el caso de España, la normativa solo excluye a empresas que ya incurrían en pérdidas antes de la crisis. En Alemania, la evaluación del grado de viabilidad depende de la valoración de los Länder. En lo que se refiere a la cuantía de las ayudas, Alemania es el país más generoso, con un tope de hasta 1,5 millones de euros. Sin embargo, para el cálculo de las prestaciones solo se tienen en cuenta los costes fijos, mientras que en los otros tres países se basa en la pérdida total de facturación. Nuestro país es el único que concede una prestación mínima de 4.000 euros para todas las empresas que cumplan los requisitos de concesión de las ayudas, una circunstancia que podría favorecer en especial a los pequeños negocios.