Cómo lograr una reapertura coordinada del turismo entre regiones europeas
Hosteltur. La cooperación entre las diferentes regiones europeas es esencial para controlar la pandemia y reabrir la actividad turística de una manera coordinada. El dilema está en establecer las condiciones de esa colaboración. Un objetivo que se ha propuesto resolver un grupo de investigadores de las universidades de Granada y de Las Palmas de Gran Canaria, que han analizado cómo alcanzar acuerdos entre regiones europeas, teniendo en cuenta que las algunas tienen una gran dependencia del turismo y otras no.
La investigación, que ha analizado 312 regiones europeas, concluye que existen varias condiciones que pueden ayudar a lograr una cooperación mínima entre las regiones para evitar los riesgos de pandemia de la COVID-19.
Entre sus conclusiones, destaca que es conveniente que los acuerdos se realicen entre un número pequeño de regiones por separado. Además, señala que el hecho de que haya muchas diferencias de dependencia del turismo entre las regiones favorece que se puedan lograr mayores niveles de cooperación, frente al caso de que todas las regiones tuvieran la misma dependencia del turismo.
Asimismo, constata que, si negocian las muy dependientes del turismo por un lado y las no dependientes por otro, se alcanzan mayores niveles de cooperación que si se agrupan de forma aleatoria.
Este trabajo, que ha utilizado modelos de simulación social basados en inteligencia artificial y en teoría matemática de juego, se ha publicado en la revista internacional Scientific Reports, del grupo Nature, bajo el título “Un dilema de riesgo colectivo para las restricciones turísticas en el contexto de COVID-19”.
El análisis propone un modelo que representa el dilema de cooperar o no entre regiones y analiza las condiciones sobre con quiénes se debería negociar (regiones muy dependientes del turismo entre sí o no) para que se cooperara suficientemente y no hubiera riesgo de rebrote grande con su consiguiente colapso económico.
Entiende que una región “coopera” cuando se cierra la actividad turística para preservar el riesgo de pandemia y “no coopera”si no cierra y sigue su actividad sin control.
En ese contexto, según señala el estudio, cualquier región tendría la tentación de no cooperar si todas las demás cooperaran, ya que, a priori, no habría riesgo de rebrote en esa región no cooperadora puesto que todas las demás se “portan bien” y la pandemia está controlada. Sin embargo, si todas o gran parte de ellas toman esa actitud, el riesgo de rebrote y colapso sanitario y económico sería grande e incluso inevitable.
Para los autores de esta investigación, Manuel Chica, de la Universidad de Granada, y Juan María Hernández Guerra y Jacques Bulchand-Gidumal, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la decisión sobre cómo agrupar las regiones para maximizar el acuerdo es un tema relevante que deben considerar los que toman las decisiones.
Según exponen en el artículo publicado en la citada revista “estos hallazgos pueden orientar a los formuladores de políticas a facilitar acuerdos entre regiones para maximizar la recuperación del turismo”.
Una disposición de grupos basada en costos similares de cooperación impulsa los acuerdos de las regiones y evita el riesgo de tener un bloqueo total y una actividad turística insignificante.