Los jóvenes y las rentas más bajas pierden miedo a quedarse sin empleo | Federació Hostaleria i Turisme de les Comarques de Girona

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Los jóvenes y las rentas más bajas pierden miedo a quedarse sin empleo

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La Vanguardia. El descenso de la temporalidad reduce este temor y da un impulso al consumo.

Sobre el miedo a perder el trabajo se habla poco, pero es una emoción muy enraizada entre los españoles, tanto que se utiliza incluso como variable económica para medir el consumo e incluso predecir recesiones. La buena noticia es que en los últimos dos años este temor ha ido cayendo y lo ha hecho con especial intensidad entre los trabajadores vulnerables, que son los de menos ingresos y los jóvenes. El resultado no solo permite dormir mejor a muchas personas, sino que también está animando la actividad económica, según reconoce el Banco de España.

La despidofobia –todavía no hay un término acuñado– está a la orden del día en uno de los países de la UE con mayor tasa de paro. Las encuestas del BCE situaban a España a comienzos del 2021 como la gran economía con mayor temor entre sus trabajadores a perder el empleo en el plazo de tres meses. Los trabajadores españoles se daban de media una probabilidad del 18% de quedarse sin trabajo, cuando en Alemania o los Países Bajos el porcentaje rondaba el 8%. En la última oleada del 2023, los españoles aparecen de repente más tranquilos, con tasas del 12%, mientras que alemanes y neerlandeses apenas han modificado su sentimiento.

Percepción del riesgo de perder el empleo, en función de la edad

El Banco de España va más allá y acaba de afinar los datos hasta marzo para llegar a una conclusión: tras la pandemia el mercado laboral ha mostrado un “dinamismo notable”, lo que ha rebajado la “probabilidad de perder el empleo percibida”, circunstancia que a su vez está reduciendo el ahorro “por motivos de precaución” y “elevando los niveles de gasto de los hogares”.

Los trabajadores reducen sus ahorros por precaución cuando notan menos riesgo de despido.

La reforma laboral y el mayor peso de los contratos indefinidos han contribuido a esta tendencia , según la autora del informe del Banco de España, Carmen Martínez-Carrascal. “Desde finales del 2021, la reducción del desempleo ha estado además acompañada por un incremento de la proporción de asalariados con contrato indefinido, desarrollo que se habría visto impulsado por la última reforma laboral”, dice. Los grupos que más reducen su temor son los que tienen una “mayor incidencia de la contratación temporal”, añade. Los cálculos del INE muestran que la temporalidad ha pasado en dos años del 26% al 17%.

Percepción del riesgo de perder el empleo, en función de la renta.

El último dato de la EPA también contribuye a rebajar los malos augurios. Más de 600.000 personas se incorporaron al mercado laboral en el segundo trimestre del año, con lo que el número de trabajadores superó por primera vez los 21 millones. La tasa de paro ha caída del 13,3% al 11,6%, el nivel más bajo en tres lustros.

La mayor preocupación sigue en las rentas bajas, cuya probabilidad percibida de perder el empleo es del 18,8%, frente al 9,2% del quintil de población con mayores ingresos. Sin embargo, en los dos últimos años, el porcentaje entre las rentas altas apenas ha variado, mientras que entre las bajas ha caído con fuerza, desde casi el 32% en enero del 2021.

También se han estrechado las diferencias por edades y sexo. El riesgo de perder el empleo entre los menores de 35 años es del 14,5%, frente al 11% entre los que tienen entre 55 y 70 años. Eso sí, el miedo de los jóvenes ha caído cerca de diez puntos porcentuales en apenas dos años. Hace dos años la tasa era el 21% para las mujeres trabajadoras y del 15% entre los hombres, porcentaje que ahora se sitúa en el 14% entre las mujeres y en el 12% entre los hombres.

El Banco de España considera que la pérdida de este miedo se traslada sobre todo a un mayor aumento en el consumo de bienes duraderos. En términos macroeconómicos, explica 0,7 puntos de incremento en el consumo en España de estos productos.

Otra consecuencia son los menores “ahorros por motivos de precaución”. El descenso del miedo reduce la tendencia a ahorrar y “proporciona un soporte al gasto de los hogares”, dice Martínez-Carrascal.