Los ingresos reales elevarán un 50% la cotización de los autónomos al Reta
El Economista. La recaudación alcanzaría una media anual de 15.000 millones. La cuota mensual pasaría de 289 a 433 euros una vez entre la medida. El Gobierno ya trabaja en una de las principales modificaciones que experimentará el sistema de Seguridad Social en nuestro país durante la presente legislatura: la reforma del Reta para implantar la cotización por ingresos reales de los trabajadores autónomos. Una medida con la que el Gobierno podría recaudar a través del régimen de autónomos hasta un 50% más de los ingresos que recauda por esta vía, unos 5.055,95 millones de euros más cada ejercicio.
Cabe recordar de esta medida, que es uno de los principales objetivos del ministerio capitaneado por José Luis Escrivá, y más allá, se ha configurado como uno de los ladrillos de la reforma del sistema de pensiones que está abordando el Ejecutivo, ahora con los agentes sociales, y que forma parte de las medidas previstas para elevar la recaudación de la Seguridad Social. De este modo, el aumento de los ingresos del Reta pasaría de la media de los últimos años de 10.000 millones de euros, a embolsar cada ejercicio algo más de 15.000 millones de euros, equivalente al 1,25% del PIB.
No en vano, cabe recordar que el aumento previsto en la recaudación del Reta no responde a una subida generalizada de las cuotas de los trabajadores por cuenta propia sino que estaría sujeto a un balance por el cual, los autónomos que afrontan una sobrecotización verían ajustados a la baja sus pagos a la Seguridad Social en base a sus ingresos, mientras que otros que pagan una cuota muy inferior a la que les correspondería por nivel de ingresos pasaría a aportar más.
Según los cálculos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, cuando esta medida entre en vigor, la cual se espera tener lista para comienzos de 2022, hasta 2,1 millones de trabajadores verían reducirse su cotización mensual, mientras que las asociaciones representantes de los trabajadores autónomos calculan que hasta 700.000 verían incrementar sus aportaciones al Sistema.
De este modo, según los cálculos elaborados por el economista, Javier Santacruz, de media, teniendo en cuenta como “ingresos reales” medios la cuantía de 1.416,60 euros mensuales, que es 1,5 veces la base mínima de cotización actual, la cuota de autónomos mensual si cotiza por ingresos reales pasaría de 288,99 euros a 433,48 euros. Cifra que si se multiplica por los más de 2 millones de trabajadores por cuenta propia que anotan en sus balancees ingresos por debajo de 1,5 veces la base mínima de cotización actual, el aumento de recaudación resultante es superior a los 5.000 millones de euros anuales. Y que implicaría ese aumento de los ingresos del 50% anual.
Más allá de la controversia o las discrepancias a cerca de esta medida que puedan reflejar ciertos sectores del trabajo autónomo, el Gobierno cuenta con el mandato del Pacto de Toledo para articular esta reforma del Reta. Toda vez, que el texto de recomendaciones aprobado por la Comisión para la reforma del sistema público de pensiones y convalidado por el Congreso de los Diputados aboga claramente por una progresiva convergencia de los regímenes del Sistema.
“De manera gradual y acomodándose a la gran variedad de situaciones del colectivo, se promuevan, en el marco del diálogo social, medidas para aproximar las bases de cotización de los trabajadores autónomos a sus ingresos reales, de manera que no se vean perjudicados los elementales principios de contributividad y de solidaridad en los que se fundamenta el sistema”, apunta al respecto la Comisión en su recomendación cuarta Integración y convergencia de regímenes.
En este sentido, el punto de la reforma del Reta recogido como parte de la reforma del sistema de pensiones recoge en el texto enviado a Bruselas que “se trata de implantar gradualmente un nuevo sistema de cotización basado en los rendimientos por la actividad económica desempeñada”. Y añaden que con ello se corregirá la distorsión que genera la facultad de elección de la base de cotización “que supone una merma de recursos para el Sistema y un nivel bajo de protección para los autónomos”.
Casi 200.000 autónomos, al límite
Todos los organismo oficiales ya reconocen que el elevado volumen de empleo sostenido de algún modo por las ayudas públicas extendidas por el Gobierno de España para hacer frente a la pandemia afrontará en los próximos meses un proceso de ajuste. De modo que ni todos los trabajadores que aún se encuentran en Erte, ni todos los autónomos que a día de hoy cobran la prestación extraordinaria por cese de actividad podrán recuperar sus empleos.
Según las últimas cifras disponibles confirmadas por el ministro José Luis Escrivá, unas 167.000 personas se sumaron a los afectados por Erte entre el 11 de enero y el 11 de febrero. De modo que la tercera ola y las restricciones a la actividad impuestas desde las diferentes administraciones públicas, han llevado a que haya 878.000 personas en suspensión temporal de empleo; al tiempo que 383.848 autónomos están percibiendo actualmente la prestación extraordinaria por cese de actividad.
De estos últimos, tal y como advierte en un diálgo con elEconomista el presidente de la asociación representante de los autónomos, ATA, Lorenzo Amor, de estos trabajadores por cuenta propia que están cobrando la prestación extraordinaria en alguna de sus modalidad, el 50% no podrá salir adelante una vez se replieguen las ayudas del Gobierno. Es decir, 191.924 autónomos están condenados a echar el cierre en los próximos meses.
Ayudas europeas
De hecho, tal y como apunta Amor, solo una pronta canalización de las ayudas europeas del fondo de reconstrucción podría mitigar el avance de estos cierres condenados a producirse ante la falta de actividad económica y la improbable vuelta a los niveles precrisis de demanda en ciertos sectores, que obligarán a futuros ajustes de empleo, tanto entre los autónomos como en el régimen general.
Según Amor, solo si estas ayudas llegan de forma temprana y se atribuyen en parte a los autónomos se puede mitigar el volumen de cierres en ciernes, que aún así desde la organización calculan que alcanzarían al 20%.