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La Vanguardia. La patronal del sector se queja de que encarece el despido de los trabajadores fijos discontinuos. El acuerdo sobre la reforma laboral suscrito entre Gobierno y agentes sociales ha abierto una brecha entre los empresarios. A medida que se analiza la letra pequeña del pacto que también ha suscrito la CEOE, surgen voces contra una u otra modificación. Los últimos en pronunciarse, el sector de la hostelería.

La patronal catalana Confecat, que agrupa a las empresas de hostelería y restauración, está en pie de guerra por los cambios que introduce el texto en la relación laboral de los trabajadores fijos discontinuos, una figura común en el sector, sobre todo en los negocios ligados al turismo estacional.

Los empresarios critican que la reforma encarece el despido de estos trabajadores, ya que les obliga a calcular su indemnización por toda la relación laboral y no solo por el tiempo efectivo en el que trabajan.

El punto 16 del texto establece que el cálculo de la antigüedad de estos trabajadores se hará teniendo en cuenta toda la duración de la relación laboral, “es decir, a pesar de que el trabajador fijo discontinuo no haya prestado ningún servicio a la empresa, y no, como se hacía hasta ahora, calculando el tiempo de servicios efectivamente prestados”, señalan desde Confecat.

Esta fórmula, subrayan, está “avalada por el Tribunal Supremo, que integró las resoluciones al respecto del Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea”.

“Estamos perplejos, no tiene ningún sentido”, dice el presidente de la patronal catalana Confecat

“Estamos perplejos”, afirma el presidente de la patronal hostelera, Santiago García-Nieto. Los empresarios conocieron el cambio al leer el redactado definitivo de la reforma y lamentan que nadie les hubiera informado ni consultado sobre una medida con un “importante impacto económico” para el sector, señalan fuentes empresariales. “La modificación de una herramienta estable y consolidada no tiene ningún sentido”, insiste García-Nieto. En su opinión, el cambio “pone en peligro la viabilidad y competitividad de las empresas que forman parte de una industria turística estacional imprescindible”.

Empresarios de toda España se están movilizando a través de la Confederación de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cheat) para vehicular su queja al Gobierno. La intención ahora es abrir un diálogo con los ministerios implicados e intentar que se modifique este punto a lo largo de la tramitación parlamentaria de la reforma.

“La medida es ilógica e insostenible y confiamos en que será corregida de forma urgente”, añade el presidente de la entidad. La modificación también genera, según los empresarios, inseguridad jurídica.