Los economistas denuncian que los costes laborales para las pymes son muy elevados
La Vanguardia. Las pymes consideran que la burocracia, las obligaciones legales y la falta de estabilidad política y seguridad jurídica están obstaculizando su competitividad. Enfrentan dificultades para cubrir puestos de trabajo debido a la falta de candidatos, baja motivación.
Según el Informe Pyme 2024, elaborado por el Consejo General de Economistas (CGE) y FAEDPYME, que recoge información de 636 pymes de todo el país, los costes laborales son uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan estas empresas. A pesar del optimismo mostrado por las pymes en cuanto a la creación de empleo, ventas e inversiones, el informe pone de relieve la necesidad de implementar una serie de medidas para mejorar su competitividad.
Entre las principales propuestas destacan la reducción de la burocracia, el incremento de la seguridad jurídica, el fomento de los oficios, la adecuación del sistema educativo a las necesidades de las pymes, así como la concesión de ayudas a la contratación, la flexibilización de la legislación laboral y, especialmente, la rebaja de los elevados costes laborales que caracterizan a nuestro país.
El presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), Valentín Pich, ha destacado que las pymes que logren contar con equipos adecuados podrán mejorar su competitividad a través de la innovación, productividad y adaptación a un entorno cada vez más desafiante.
Por su parte los coordinadores del informe, Salvador Marín, Ángel Meroño y Francisco Manuel Somohano, señalaron que el valor del estudio radica en su base empírica, señalan que la mayor dificultad para las pymes radica en la contratación de personal técnico y de oficios, lo que demanda una respuesta urgente por parte de las administraciones para asegurar su viabilidad y competitividad en el futuro.
Marín, como jefe del Servicio de Estudios del CGE, insistió en que es crucial que los responsables públicos y representantes sectoriales atiendan las quejas recurrentes de las pymes sobre los costes laborales, los cuales suponen un obstáculo no solo para su competitividad, sino también para su supervivencia.
Crece el empleo
Los datos positivos del informe destacan que el 32,7% de las pymes prevé un aumento en sus plantillas durante el año 2024, mientras que el 61,2% estima que mantendrá los niveles actuales de empleo y únicamente un 6,1% cree que se verá obligada a reducirlos. En cuanto a las expectativas de ventas, el 53,9% de las pequeñas y medianas empresas espera un incremento a lo largo del año, un 36,3% confía en mantenerlas estables y solo un 9,7% anticipa una disminución. Respecto a las inversiones, el 36,5% de las pymes tiene la intención de incrementarlas, un 60,5% estima mantenerlas sin cambios, y apenas un 3% prevé reducirlas.
Sin embargo, las pymes señalan la existencia de barreras que afectan su capacidad competitiva y dificultan el desarrollo de su actividad empresarial. Entre estos obstáculos destacan la pesada carga burocrática y las múltiples obligaciones legales, así como la inestabilidad política y la falta de seguridad jurídica, factores que limitan sus posibilidades de crecimiento.
Ante estos retos, los responsables de las pymes han solicitado a las autoridades públicas la implementación de varias medidas que consideran fundamentales para mejorar la gestión del capital humano. Entre sus demandas se encuentran el impulso de los oficios, la promoción de una cultura basada en el esfuerzo, una mayor adaptación del sistema educativo a las necesidades específicas de las pymes, así como la creación de incentivos para la contratación. Además, subrayan la necesidad de flexibilizar la normativa laboral, una solicitud que es especialmente prioritaria para las micro y pequeñas empresas, que se ven particularmente afectadas por las rigideces del actual marco regulatorio.
En cuanto al desafío de encontrar profesionales adecuados, las pymes declaran que ha aumentado significativamente en los últimos diez años, afectando actualmente al 62% de las empresas. Las dificultades están relacionadas tanto con la falta de preparación y compromiso de los candidatos como con sus demandas laborales, que muchas veces son inasumibles en términos de salarios, horarios, teletrabajo y estabilidad. Para hacer frente a estos retos, el 81% de las pymes opta por la formación interna de trabajadores y directivos como su principal estrategia de desarrollo de talento. Externamente, la mayoría de las empresas recurren a búsquedas externas (56,3%), seguido de la firma de convenios institucionales (40,6%) y la subcontratación de talento (39,6%).
En cuanto a las políticas para retener el talento, las acciones más comunes son la mejora de las condiciones laborales (80,7%) y el ambiente de trabajo (77,4%). Sin embargo, el diseño de planes de carrera profesional es una estrategia poco implementada, utilizada solo por el 28,3% de las pymes.
Reducción de jornada: “más inconvenientes que beneficios”
En referencia a la reducción de la jornada laboral, actualmente en debate entre el Gobierno y los agentes sociales, Pich, ha advertido que esta medida podría generar “más inconvenientes que beneficios” si no se adapta a las necesidades específicas de cada sector. Pich ha subrayado que no se debe concebir el trabajo como “una carga impuesta” o “un castigo”, ya que esta percepción resulta “peligrosa” y es esencial entender que trabajar es una parte fundamental de la vida.
Por su parte, Marín, ha señalado la importancia de evitar soluciones generalizadas para todos los sectores. Marín ha insistido en que las pequeñas empresas tienen características propias que deben ser atendidas, y ha subrayado la necesidad de proporcionarles mayor flexibilidad y apoyo para que puedan adaptarse a los cambios sin perjudicar su competitividad. Marín comparó la jornada laboral media en España, de 36,4 horas, con la de la Unión Europea, que es de 36,1 horas, citando estadísticas oficiales. También mencionó que, en sectores donde ya se aplica una jornada reducida, los empleados tienden a ser más productivos. Por ello, sugirió que, en lugar de imponer una reforma general desde abajo, sería mejor comenzar por los sectores más altos y luego ir mejorando gradualmente.
El presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, ha hablado hoy también sobre este tema sobre el que advirtió que la reducción de la jornada laboral podría afectar negativamente a la productividad de las pymes, muchas de las cuales no podrían asumir este cambio sin riesgo de colapsar. Durante su intervención en el ‘II Foro BCN! Desperta’, Bonet destacó que el principal reto de España es mejorar la productividad, apostando por apoyar a las pymes en su digitalización e internacionalización y evitando la carga de impuestos excesivos. También subrayó la necesidad de consenso político en temas esenciales, aunque valoró la cooperación público-privada como alternativa si este no se logra.
Sigue el techo de cristal en la pyme
El Informe Pyme 2024 pone también en evidencia dos cuestiones preocupantes para el tejido empresarial. Por un lado, se observa una notable falta de representación femenina en los puestos de alta dirección, ya que solo el 19% de las pymes están lideradas por mujeres. Este dato refleja una brecha significativa en cuanto a igualdad de género en los cargos más altos de decisión.
Por otro lado, el informe resalta un problema que ha ido en aumento en la última década: la escasez de personal cualificado. Mientras que hace diez años solo el 3% de las pymes enfrentaba dificultades para encontrar empleados con las competencias necesarias, hoy esa cifra se ha disparado al 62%. Esta situación afecta gravemente a la capacidad de las empresas para competir y crecer en un entorno laboral cada vez más exigente.
En cuanto a la dirección, las mujeres solo ocupan el 19% de los puestos de liderazgo, con una mayor representación en microempresas (23%) y en el sector de servicios (24%). A nivel de equipos directivos, la presencia femenina asciende al 32%, aunque el 43% de las empresas carecen completamente de mujeres en su cúpula.
El documento atribuye esta dificultad para atraer, retener y gestionar el talento a varios factores, entre los que destacan la falta de preparación adecuada y el escaso compromiso por parte de los candidatos. Además, las pymes se enfrentan a demandas laborales que consideran difíciles de cumplir, como salarios elevados, condiciones flexibles de horarios, teletrabajo y estabilidad contractual, lo que agrava aún más la situación.
24 años de antigüedad
El estudio también ha abordado cuál es la antigüedad de las pymes españolas. La edad media es de 24 años, siendo mayor en las empresas familiares (27 años) frente a las no familiares (20 años). El 40% de estas empresas tiene más de 25 años de trayectoria. Además, el 66% de las pymes son familiares, con una mayor concentración en sectores como el comercio (76,7%) e industria (75%), mientras que en el sector servicios este porcentaje es menor (58,4%).
Respecto a la continuidad de las empresas, el 31,8% planea una transmisión generacional, mientras que un 27,2% estudia la posibilidad de venta. Otras opciones incluyen la incorporación de nuevos directivos (15,4%) o socios (12,9%), y un 9,6% considera el cierre definitivo.
Mejora la innovación
Por otro lado, se revela una notable mejoría en los resultados de las pymes en 2024 respecto al año anterior. En cuanto a innovación de productos, el 64,9% de las empresas introdujo cambios o mejoras en sus productos o servicios, frente al 47,7% en 2023. Asimismo, el 47,6% comercializó nuevos productos, un avance respecto al 39,5% del año pasado.
La innovación en procesos también registró un importante crecimiento, pasando del 36% en 2023 al 65,9% en 2024. Sin embargo, el porcentaje de empresas que adquirieron nuevos bienes de equipo cayó ligeramente, del 74,6% en 2023 al 66,8% en 2024.
Por otro lado, las mejoras en sistemas de gestión, especialmente en dirección y administración, también mostraron un incremento significativo. En contraste con el año anterior, las pymes industriales han dejado de liderar todas las categorías de innovación, lo que refleja una diversificación en la implementación de nuevas prácticas en otros sectores.
Internacionalización a menor escala
El estudio revela que un 26,1% de las pequeñas y medianas empresas españolas realiza ventas al extranjero, representando, en promedio, un 5,7% de su facturación total. En términos de internacionalización, las pymes más grandes son las que muestran una mayor presencia en mercados internacionales, y, por sectores, es el industrial el que lidera las ventas exteriores, con un 13,2% de su volumen de negocio proveniente de otros países.
El número promedio de países a los que exportan estas empresas es de 2,8, siendo las medianas empresas las más activas en el mercado internacional, con el 13,8% de su facturación procedente de ventas exteriores a una media de 7,3 países. En cambio, las microempresas exportan apenas el 3,6% de su negocio a 1,4 países, mientras que las pequeñas venden un 6,3% a una media de 3,1 países.
Segmentando los resultados por sectores, las pymes industriales son las más internacionalizadas, vendiendo en promedio un 13,2% de su cifra de negocio en el extranjero y a 7,6 países. Les siguen las empresas del comercio, que exportan el 6,7% de sus ventas a una media de 2,2 países. En menor grado, las empresas de servicios exportan el 4,4% a 1,6 países, mientras que las pymes de la construcción concentran casi la totalidad de sus ventas en el mercado nacional. Estos datos reflejan una correlación positiva entre el tamaño de la pyme y su grado de internacionalización.