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Hosteltur. La seguridad que ofrecen los destinos es un aspecto que el turista ya da por hecho, “un equipamiento de serie con los servicios que los visitantes precisan en momentos de crisis”, como lo ha definido Iñaki Garmendia, miembro del Comité de Expertos de la OMT (Organización Mundial del Turismo). Sin embargo ha advertido que tras la crisis ganarán los que hayan mantenido “un mayor compromiso afectivo con sus clientes”. Por ello considera que “los destinos más afectivos son sin duda alguna los más efectivos, sobre todo cuando está en juego su propia seguridad y la de sus turistas”.

Iñaki Garmendia recomienda a los destinos que “partiendo de una realidad que los mercados y turistas conocen al detalle, convendría que fueran divulgando los procesos progresivos de mejora que se están realizando y que han de pivotar y estar conectados de facto con el bienestar de residentes y turistas. Estos procesos de mejora se han de ir convirtiendo en noticias de sesgo positivo que irán modificando nuestra realidad y percepción tanto interna como externamente”.

De este modo, “y con un esfuerzo añadido”, el sector estaría generando lo que denomina “un afecto global hacia sus turistas, mediante el ejercicio de nuevas funciones y el desarrollo de una comunicación más transparente y acorde con estos tiempos”. Y es que, en el fondo, “todos deseamos sentirnos seguros y cuidados con un nivel de servicios extremadamente eficaz”.

La atención al turista se convierte así, según Iñaki Garmendia, en “factor decisivo de comprensión y de reducción de distancias”.

Los potenciales turistas, aislados y distanciados

El experto ha recordado que “los potenciales turistas se encuentran aislados y distanciados tanto física como psicológicamente. Ellos no han elegido romper su relación con los destinos, sino que es esta crisis la que les impide seguir disfrutando de sus estancias y experiencias; una situación que emocionalmente les está deparando temor, tristeza, soledad, preocupación, etc.”.