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Gobierno y comunidades autónomas preparan el despegue de la Formación Profesional dual. Se trata de un modelo educativo fundamental en países como Alemania, con solo un 4% de paro juvenil. Este sistema comenzó a implantarse en nuestro país hace diez años, pero hasta ahora ha tenido un escaso recorrido. En un momento en que España se queda sin camareros, ¿podría esta fórmula solucionar la crisis de mano de obra en el sector turístico? Hemos charlado con Ignacio de Benito, responsable de proyectos en la Fundación Bertelsmann, entidad que fomenta la FP dual en España.

Lo primero que nos viene a la cabeza cuando pensamos en Formación Profesional dual es “Alemania”, “sector industrial” y “salario desde el primer día”. ¿Cómo funciona este sistema, funcionaría en el sector turístico español?

En primer lugar, debemos apuntar que la Formación Profesional Dual tiene un desarrollo a nivel europeo bastante intenso, a diferencia de lo que ocurre en nuestro país, donde este sistema comenzó a implantarse hace diez años y de momento tiene un desarrollo muy escaso. En Alemania comenzaron en 1967.

Pues nos llevan bastante ventaja…

De hecho, no inventaron la rueda. De alguna forma ya estaba inventada, pues la formación profesional dual lo que hace es reglamentar una tradición que se remonta a la Edad Media bajo el concepto de maestro y aprendiz.

¿La Formación Profesional Dual vendrían a ser como prácticas del alumno en una empresa?

No son prácticas. La Formación Profesional convencional de por sí tiene un módulo de práctica al finalizar sus estudios. En cambio, en la FP dual las prácticas se extienden durante todo el curso académico.

Es decir, los alumnos van a estar en un periodo de alternancia entre el centro educativo y la empresa. En otras palabras, la empresa actúa de agente formativo.

¿De qué forma las empresas hacen esto?

El empresario no va a parar su día a día para sentar al alumno y darle clase, sino que dentro de la dinámica habitual, el alumno va a ir integrándose, progresando y adquiriendo esos conocimientos.

¿Y cuánto tiempo pasa el alumno en la empresa?

En la FP dual de España, esto depende de cada comunidad autónoma, al estar transferidas las competencias educativas. Por resumir, al menos el 33% de las 2.000 horas que suele tener un título de FP se tienen que hacer en la empresa. Sólo así se considera FP dual. En algunas comunidades ese porcentaje llega a 45%. Otra cuestión que varía según las comunidades es la alternancia: en algunas el período en la empresa comienza en el primer trimestre y en otras a partir del segundo trimestre. Y en otras comunidades en el primer año los alumnos solo van al centro educativo y el segundo año, solo van a la empresa.

En el modelo alemán de FP dual el alumno se tiene que buscar la vida, encontrando por su cuenta una empresa que le admita y luego va al centro educativo, que obligatoriamente le tiene que proporcionar una plaza. ¿Esto en España también funciona así?

No. En España el alumno primero se matricula en el centro, sea para hacer la FP convencional o la dual, y luego ya opta a las vacantes que haya disponibles en las empresas que colaboran con el centro educativo. En Baleares, no obstante, sí existe esa posibilidad, pero en el resto de España el alumno no tiene que hacer ninguna gestión, es el centro educativo el que tiene que acordar todo con la empresa.

¿Aproximadamente cuántos alumnos en España están haciendo la FP dual en estos momentos?

Entre el 3% y el 4% del alumnado que cursa FP hace la modalidad dual. La media europea ronda el 30%, mientras que en países como Alemania o Austria la FP dual es la mayoritaria.

En todo caso, España ha aprobado este año la nueva ley de FP, la cual va a dar un carácter dual a toda la Formación Profesional en los próximos años. Es decir, esto ya no va a ser algo minoritario.

¿Qué puede contarnos sobre cómo ha funcionado hasta ahora la FP dual en España aplicada en empresas del sector turístico?

Estamos recogiendo muchas experiencias positivas y negativas. Pero primero de todo quiero remarcar que la FP dual no es solo para grandes empresas, todo lo contrario. Está demostrado que incluso en las pequeñas empresas el desarrollo de la FP dual es incluso más positivo porque el alumnado tiene una visión más 360 del funcionamiento de la empresa y no solo de un departamento. Y, segundo, hay que romper la idea de que la FP dual solo funciona en el sector industrial.

Por ejemplo, en Andalucía existen más de 7.000 empresas haciendo FP dual y la mayoría son del sector servicios: comercio, hostelería, etc. Por tanto, no se trata de replicar en España la misma FP dual que se hace en Alemania, sino de desarrollar un modelo con base en nuestro tejido productivo, idiosincrasia, etc.

¿Y con qué dificultades se están encontrando a la hora de desarrollar un modelo de FP dual en España aplicado al turismo?

Por ejemplo, está la cuestión de los horarios. Se tiene que hacer la dual en periodo lectivo, es decir, mientras duran las clases. Pero no hay clases en julio ni en agosto, ni en sábado y domingo, que son períodos de máxima actividad para hoteles, restaurantes… Además, muchos hoteles de temporada están cerrados en enero y febrero.

¿Cómo se adaptan en estos casos?

El centro educativo debe solicitar una autorización especial a la consejería de Educación de la comunidad autónoma. Debemos recordar que son alumnos en formación y se intenta evitar la sobreexplotación, la mala praxis, etcétera.

En resumidas cuentas, ¿tiene potencial la FP dual en sectores vinculados al turismo?

Mucho. Para comenzar, el alumno está viendo la realidad del oficio desde el primer día, practicando en un entorno real, con clientes reales. Esa experiencia les ayuda a desarrollar las “soft skills”, tan necesarias para el trabajo en equipo.

Por otra parte, los informes dicen que un 80% de los empleadores está teniendo dificultades para encontrar profesionales, mientras que al mismo tiempo tenemos en España un 30% de paro juvenil. Es una incongruencia. Los empleadores no solo quieren gente con títulos, piden también personas con ganas y experiencia, pero al final es la pescadilla que se muerde la cola si no has tenido oportunidades de trabajar.

Lo bueno de la FP dual es que los alumnos salen con el título bajo el brazo, una experiencia profesional de un año y medio, las soft skills trabajadas y si el empleador decide contratar a esa persona al final de su período formativo -no está obligado a hacerlo- desde el minuto uno esa persona ya está adaptada al puesto, conoce en funcionamiento de tu hotel, tu forma de trabajar…

En la FP dual de Alemania los alumnos cobran desde el primer día un mínimo de 550 euros mensuales, y 850 euros a partir de los 16 años ¿También en España?

La mayoría de las Comunidades Autónomas ya tienen establecida la remuneración obligatoria, pero en otras cinco es voluntaria. En las comunidades donde es obligatoria, la remuneración varía: de 200 euros a 300 euros en algunos casos, en otras es el 75% del salario mínimo interprofesional, y dependiendo del tiempo de formación en las empresas. En cualquier caso, la remuneración es un principio de calidad básico para la FP dual, estos no son prácticas, tiene que ir de la mano de una remuneración.

Pero una empresa quizá pueda pensar ¿Y si después de haber estado formando a esa persona durante año y medio, se va a otra empresa?

Incluso en ese caso, los estudios sobre la FP dual que hemos hecho precisamente para el sector de la hostelería, donde analizamos si era rentable o no este modelo para las empresas, reflejan que para la gran mayoría el retorno era positivo, aunque esa persona se marchara.

¿Por qué?

Porque estamos hablando de un período de año y medio, no de unas prácticas de dos meses. Al principio la curva de aprendizaje es baja, pero llega un momento en el que se está retornando productividad a la empresa, está generando valor a la empresa.