Las consecuencias para la economía de vivir otro verano sin turismo
Hosteltur. “España no resistirá un segundo verano sin turismo. Es vital diseñar ya una hoja de ruta que incluya una estrategia de vacunación 24/7 y público-privada, protocolos y medidas coordinadas para viajar seguro con los mercados emisores de turistas”. Esta es la advertencia que lanzaba hace semanas el CEO de Meliá Hotels International y presidente de Exceltur, Gabriel Escarrer. Y es que el crecimiento de la economía española para este año está ligado a la recuperación turística: según la Comisión Europea el PIB repuntará un 5,6% en 2021, un avance que Bruselas atribuye en gran parte a la recuperación prevista para el turismo a partir de verano. Pero una amenaza se cierne sobre estas previsiones: la lentitud con la que se está desarrollando la campaña de vacunación contra la COVID-19, que de no acelerarse puede dar al traste con esta mejoría económica, lo que dispararía el paro, provocaría la destrucción de tejido destructivo y elevaría el déficit público.
Bruselas estima que España se reactivará a partir del segundo trimestre del año, pero lo hará con más fuerza en el segundo semestre, cuando podrá apreciarse “una suave recuperación” del turismo internacional, que beneficiaría especialmente a España e impulsará la mejora en la balanza exterior española, sobre todo en 2022.
“En 2020 el PIB ha caído alrededor de un 11 y 12% en España, y para 2021 se espera un rebote con un incremento del 5% o 6%, pero esta previsión parte del supuesto de que salvaremos una parte de la temporada turística. Por tanto, es importante que las vacunas sigan funcionando bien y se acelere mucho más el proceso de vacunación que, de momento, va demasiado lento”, explica Oriol Amat, el catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y decano de la UPF Barcelona School of Management (BSM-UPF). “El hecho de que haya más o menos turismo depende de la velocidad a la que se administren las vacunas”, abunda.
Al respecto, el catedrático incide en que el actual ritmo de vacunación es demasiado lento, por lo que hay que acelerarlo, algo que depende especialmente de la Unión Europea y las farmacéuticas, aunque el Ejecutivo ya ha dejado claro que no va a priorizar la vacunación en comunidades turísticas, las que más están sufriendo por el peso del sector en sus economías.
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Asimismo, Amat constata cómo las vacunas están dando muy buenos resultados, “por lo que lo más probable es que en 2021 no se pierda totalmente la temporada turística”.
Las cifras
La crisis del turismo internacional dejó varias cifras demoledoras el pasado año: España perdió 72.000 millones de euros en ingresos procedentes de viajeros extranjeros a lo largo del año 2020. En total, perdió 64,5 millones de turistas, tras pasar de recibir 83,5 millones en 2019 a apenas 19 millones en 2020. Hay que remontarse a 1969 para encontrar una cifra de turistas inferior a los 20 millones.
El sector turístico y hostelero ha sido además uno de los más azotados por la pandemia en cuanto al empleo, al experimentar en 2020 una caída del 73%, según el Informe Salarial Anual 2020 de la industria elaborado por Turijobs.
Un conjunto de cifras que ilustran la colosal debacle del turismo en 2020, algo que el país no puede volver a permitirse este año.
“Teniendo en cuenta que el turismo es el primer sector de la economía española, otro año sin turismo perjudicaría enormemente la recuperación económica”, indica Amat, que advierte de que al erigirse el turismo es uno de los motores de la economía española “si la recuperación se retrasa perjudicará enormemente a la actividad económica global y al empleo”.
Ayudas
Así las cosas, el hecho de que haya más o menos turismo dependerá de la velocidad a la que se administran las vacunas. Pero entretanto, ¿está haciendo el Gobierno todo lo posible para proteger a unas empresas que llevan casi un año sin prácticamente ingresos? Paradójicamente, se fía el crecimiento económico del país a uno de los sectores que menos ayudas están recibiendo.
Según el catedrático de Economía Financiera, lo que sí está en manos del Gobierno es aumentar mucho más las ayudas directas a las empresas afectadas, que están sufriendo enormes pérdidas como consecuencia de la crisis. “Si comparamos con los países de nuestro entorno, la importancia de las ayudas en España sobre el PIB son la mitad de la que están dando en países como Alemania, Francia o Italia”, apunta.
En este sentido, insta a hacer mucho más para evitar el cierre de empresas “que si no fuera por la COVID tendrían mucho futuro”.
“Y las ayudas que se den ahora, son la mejor inversión que puede hacer el Gobierno para evitar que aumente mucho el paro, que a la larga provocará mucho más déficit público”, detalla.
Y es que Bruselas cree que a finales de 2022 España todavía no habrá recuperado el PIB anterior a la crisis y advierte de que existe el riesgo de un aumento de insolvencias cuando empiece a retirar estímulos a la economía.