La economía circular cambia el paradigma de qué es éxito turístico
Hosteltur. Las nuevas estrategias de economía circular que se comienzan a aplicar en hoteles y otras empresas turísticas obligan a redefinir “qué es turismo y éxito turístico”
La implantación progresiva de estrategias de economía circular en hoteles y otras empresas turísticas comportará un cambio de paradigma, obligando a redefinir “qué es turismo y éxito turístico”.
Los cambios que trae la economía circular se comienzan a notar en Baleares antes que en ningún otra comunidad de España debido a la nueva Ley de Turismo aprobada en 2022, que fija un nuevo marco normativo para las empresas.
“El capítulo 2 de la Ley general turística de Baleares obliga a todas las compañías hoteleras de cuatro y cinco estrellas a tener un plan de circularidad en mayo de 2023. Y los hoteles de tres y menos estrellas, en mayo de 2024”, explica Antoni Riera, catedrático de Economía y director de la Fundación Impulsa Balears.
Desde esta entidad, ya se identificó hace tres años la economía circular “como una vía de progreso idónea para el archipiélago, no solo porque incorpora una palanca de sostenibilidad, sino porque además permite aumentar la competitividad y, por tanto, la prosperidad”, explica Riera.
Para ayudar a las empresas turísticas a transitar hacia la economía circular, la Fundación Impulsa está llevando a cabo una serie de iniciativas, en colaboración con cadenas hoteleras como Iberostar, Garden o Artiem.
Además, “desde el govern balear se articularán ayudas para potenciar buenas prácticas muy concretas, sobre todo en materia de energía y agua”, explica Antoni Riera
Proyecto piloto en Artiem Hotels
Uno de los proyectos piloto de la Fundación Impulsa se ha llevado a cabo en Artiem Hotels, empresa con sede en Menorca. Aquí se ha testeado una solución de inteligencia llamada CirHot, una herramienta que monitoriza el progreso circular de una compañía hotelera. El proceso ha contado con el apoyo de AENOR.
“Gracias a la generosidad de Artiem Hotels, ahora conocemos mejor cómo abrir el tránsito circular en la práctica en una compañía hotelera, identificando puntos críticos y oportunidades”, explica Antoni Riera.
El CEO de la cadena hotelera Artiem, José Guillermo Díaz Montañés, explica qué ha significado para ellos este proyecto piloto: “La Fundación Impulsa nos ha ayudado a impulsar nuestra estrategia de economía circular, estructurando diferentes acciones que en ocasiones hacíamos de una manera intuitiva. Es decir, que todo lo que hagamos forme parte de la estrategia de la compañía. Muchos objetivos que teníamos definidos en abstracto los hemos concretado”.
“Por ejemplo, respecto al desperdicio alimentario, medimos los gramos de orgánico por cliente y día, y nos hemos puesto a trabajar para que ese desperdicio sea menor. Debido a que llegar a cero es muy complicado, lo que hacemos es destinar ese residuo orgánico en compost para la agricultura”, apunta el CEO de Artiem.
“Otro ejemplo: las cajas de cartón de frutas y verduras. Es una cantidad enorme la que recibes cada semana. Así que te sientas con el proveedor para reducir esos envases al 50% o los eliminamos. Es decir, la circularidad no debe ser algo nuestro propio, sino del conjunto. La idea es mejorar la implicación, cuando en tu entorno eres capaz de impulsar la circularidad”, añade.
Más ejemplos: “Nos hemos propuesto reducir en un 70% el desperdicio de agua, tratando esas aguas para que pueda ser usada por los camiones del Ayuntamiento que baldean las calles o bien para regar huertos urbanos de los vecinos”.
Otro caso: “Trabajamos con personas en riesgo de exclusión social y con discapacidades. Ahora tenemos un 3% en nuestras plantillas y el objetivo es llegar al 8%. Ese objetivo nos obliga a repensar cosas”.
Para el CEO de Artiem Hotels, todo el sector debería tener claro un principio básico: “Lo que vendemos en el turismo es un entorno, naturaleza, valores locales, gastronomía… Así que este tipo de proyectos puede ayudar a que los hoteles se conviertan en generadores de prosperidad y de valor para el entorno”.
En resumidas cuentas, “este trabajo con la Fundación Impulsa nos ha ayudado a dar sentido a todo esto, activando palancas que de otro modo no teníamos tan claras. Trabajábamos con mucha intuición, pero con poco orden en estos temas. Con este proyecto hemos podido ordenar y sobre todo escalar”.
Ahora bien ¿estarán los clientes dispuestos a pagar más por alojarse en hoteles que abrazan la economía circular?
“No lo sé”, responde José Guillermo Díaz Montañés. “Se trata de que la gente conozca tu proyecto y se comprometa con él. Pero hay que hacerlo porque nuestro futuro está ahí, no porque nos vayan a pagar más. Servirá también para fidelizar a determinados segmentos de clientes. Y cada vez más. Si ves que una empresa es realmente proactiva en esto, le comprarás”.
¿Antídoto contra la turismofobia?
Hemos preguntado también al director de la Fundación Impulsa si cree que la economía circular ayudará a contrarrestar los discursos antiturismo y la turismofobia en general
“Si la economía circular se aplica bien, la respuesta es sí”, responde Antoni Riera. “Estamos ante un nuevo paradigma que también pide revisar qué entendemos por turismo y qué entendemos por éxitos turísticos”.
“Y digo revisarlo porque el turismo y el éxito turístico, en el marco del nuevo paradigma de la economía circular, ya no se definen del mismo modo que los hemos definido en los últimos 50 años”, explica.
“Por eso en la fundación Impulsa ya no hablamos de turismo como mercado turístico, o como sector turístico, o como industria turística, sino que hablamos de sistema turístico y esto quiere decir que se tienen en cuenta las interacciones entre el mercado, la sociedad y el medio ambiente”.
Al mismo tiempo, añade, abrazar la estrategia de economía circular significar “adoptar también una visión nueva de éxito turístico no basada tanto en el volumen sino en el valor. De hecho, la economía circular solo será vía de progreso si conseguimos hacer esos dos cambios en paralelo: redefinir turismo y redefinir éxito turístico”.