El turismo afronta el cierre del año entre el impulso y ralentización
Hosteltur. La incertidumbre económica no paraliza los desplazamientos vacacionales.
A pesar del contexto macroeconómico adverso en el que nos encontramos, en los últimos meses de 2022 se mantendrá la demanda de viajes. Los empresarios encuestados por Exceltur prevén una actividad turística positiva en los últimos meses del año, pero a un ritmo de crecimiento más lento, afectado por una serie de factores que pueden impulsarla o ralentizarla.
El tirón de la demanda embalsada y el ahorro acumulado durante la pandemia de la COVID-19 son dos ventajas que juegan a favor de la actividad turística en las próximas semanas. En el lado contrario, existen una serie de elementos negativos que seguirán condicionando la evolución de las ventas y la recuperación de márgenes empresariales.
Entre ellos se encuentran el incremento de los precios, el encarecimiento de la financiación, la crisis energética, la incertidumbre y la amenaza de una recesión económica. Exceltur ha analizado los factores que pueden impulsar y ralentizar el turismo.
Factores de impulso
-Movilidad internacional al alza, con mínimas restricciones entre los países europeos y los mercados de larga distancia y eliminación de protocolos relativos a aforos, distancia social…
-La demanda embalsada, consecuencia de los viajes que no se pudieron realizar en los dos años de pandemia, de acuerdo con los datos que arrojan las búsquedas de viajes, ventas empresariales y programación de ferias, congresos y eventos de ocio (culturales, deportivos) para los próximos meses.
-Apuesta de los operadores turísticos por los destinos españoles: la conectividad aérea para octubre y noviembre alcanza los niveles previos a la crisis sanitaria.
-Temporada alta en Canarias y un buen desempeño de los destinos urbanos de la mano de la actividad MICE (Congresos, Incentivos, Convenciones y Eventos), escapadas de viajeros nacionales y europeos estimuladas por la reactivación de la oferta cultural y deportiva. Además de la paulatina vuelta del largo radio, liderada por los mercados mexicano y norteamericano.
-La depreciación del euro frente al dólar permitirá que los destinos españoles se beneficien de un menor precio frente a enclaves ‘dolarizados’.
-Un calendario laboral propicio para escapadas, con importantes puentes festivos en España en noviembre y diciembre. Se espera una notable reactivación de los viajes al exterior, según las ventas previstas de los principales grupos de agencia de viajes
-Consolidación del teletrabajo, que favorece escapadas de mayor estancia combinando ocio y trabajo (bleisure)
Factores de ralentización
-Los altos costes energéticos, con la incertidumbre de un posible corte de suministro por parte de Rusia, seguirán lastrando los márgenes de las empresas turísticas
-La prolongación del encarecimiento de los desplazamientos turísticos debido al elevado precio del barril de petróleo. Una situación que se puede ser agravada en las compañías sin coberturas para los próximos meses.
-Se prevé que el elevado nivel de inflación se mantenga en los próximos trimestres, aunque en una senda de moderación, circunstancia que podría redundar sobre los costes laborales si se establecen revisiones salariales “con incrementos disuasorios e inasumibles”, precisa Exceltur.
-Perspectivas de enfriamiento de la actividad económica global y empeoramiento de la confianza de los agentes económicos, que podrían afectar a las decisiones de viaje de los ciudadanos.
-Los hogares y empresas podrían perder capacidad de gasto ante el incremento de los precios, por encima de los salarios, y menor riqueza financiera en los próximos trimestres, sobre todo en nuestros principales mercados emisores (Alemania, especialmente por la mayor exposición de su economía al gas ruso).
-Tendencia a cierta depreciación de la libra respecto al euro, que limitará la capacidad de gasto turístico del mercado británico.
-La competencia en precios de otros destinos mediterráneos, favorecidos por devaluaciones de su moneda, como Turquía, donde la lira acumula una depreciación superior al 70% frente a la libra y euro en lo que va de año.