El sector hotelero reclama que se haga cumplir la ley de pisos turísticos
El Periódico. En un 2025 con previsiones que apuntan a nuevos récords, empresarios líderes del sector muestran su preocupación por el creciente absentismo laboral y las consecuencias que “el nuevo desorden mundial” pueda generar
“No se están haciendo las cosas bien”. Con esta contundencia se han expresado las grandes cadenas hoteleras españolas ante las políticas aplicadas a las viviendas de uso turístico. Por lo menos así lo han expresado en la segunda edición del foro Perspectivas del sector hotelero español, organizado por ‘activos’, el diario económico de Prensa Ibérica, junto a El Periódico, y patrocinado por Barceló, CaixaBank y PwC y con la colaboración de Hotelverse.
En una mesa de debate moderada por Martí Saballs, director de Información Económica de Prensa Ibérica, Joan Trian Riu, director financiero del grupo Riu Hotels & Resorts, ha puesto como ejemplo de mala gestión su ciudad natal, Mallorca, “donde se nota la presión que existe en momentos de alta ocupación, el territorio no da para todos”. “Los hoteles -ha argumentado- tienen una moratoria desde hace diez años que les impide aumentar camas, esto significa que la población que hay de más viene de los pisos turísticos. Se dice que casi el 50% son viviendas irregulares. Así es que, lo primero que hay que hacer es que se cumpla la ley. Hay que tomar decisiones además de debatir”.
Para Simón Pedro Barceló, copresidente de grupo Barceló, los que viven en las islas tienen claro hace tiempo que debe haber un límite, “hay una capacidad de carga máxima que se debía haber establecido hace años. No se hizo y ahora sufrimos las consecuencias”. En esta línea, ha recordado: “El urbanismo nos lo inventamos por algo. A nadie hoy se le ocurriría implantar una actividad industrial al lado de un colegio o de una zona residencial. Llevamos veinte años animando a que en las zonas residenciales se establezca la actividad turística y eso es malo para la comunidad de vecinos y para el conjunto de la sociedad además de provocar unas tensiones alrededor de la vivienda que no se habían visto jamás”. A su entender, mientras no se corrija eso “no hay solución”. “Animamos a las autoridades a que haga cumplir la regulación”, ha sentenciado.
Por su parte, Amancio López, presidente de grupo Hotusa, ha considerado que una vivienda que tenga uso turístico es “un disparate en sí mismo”. Y ha lamentado que no se haya recurrido antes a la colaboración público-privada. “No tiene sentido que no puedas hacer un hotel de cinco estrellas y sí utilizar una vivienda como alojamiento turístico”.
Respecto a lo que han llamado el “nuevo desorden mundial”, tras el anuncio de la Casa Blanca de nuevos incrementos arancelarios que afectarán especialmente a Europa, el sector hotelero mostró cierta preocupación ante las consecuencias que se puedan desencadenar. El copresidente de grupo Barceló ha explicado que los resultados de la compañía dependen en gran medida de lo ocurra en México, en el Caribe y en Estados Unidos. “Está siendo una buena temporada alta allí y eso nos anticipa un buen año. Pero nos quedan nueve meses por delante”. Joan Trian Riu ha asegurado que encaran la nueva situación con la misma incertidumbre “que tiene ahora todo el mundo”. “El 2025, salvo que no haya catástrofes naturales o hechos singulares, seguirá siendo mejor que el 2024 pero peor de lo que pensábamos que sería. La pregunta es cómo va a ser el 2026. Ya estamos notando la desaceleración. Los canadienses tienen miedo, a los mexicanos se les ha devaluado la moneda y tienen menos fuerza para consumir y en los americanos empezamos a notar un poco de ralentización. No va a haber aranceles directos sobre nuestro negocio pero todo lo que se refiere a la demanda y a las cadenas de suministros se van a ver afectadas”, ha detallado.
En opinión del presidente de Hotusa, “hemos pasado de la incertidumbre a la inseguridad pero aun así debemos ser optimistas. El vacacional se está comportando magníficamente mientras que en ciudad se está produciendo ya una ralentización, que era razonable y esperada”. No obstante, Europa sigue siendo, a su entender, “un destino refugio y seguirá siendo así: tenemos seguridad en la calle, que hay que mantener, sol y una gastronomía inmejorable, por eso no es extraño que tengamos más del 50% del turismo mundial”. “No veo grandes amenazas salvo que los aranceles y el nuevo desorden mundial provoque una recesión”. Y ha añadido: “nos quejamos de los aranceles pero a nosotros hace tiempo que nos los aplican, lo que pasa es que lo llaman tasas”.
Preocupación por el absentismo laboral
A las inseguridades mundiales, los empresarios del foro han añadido una creciente preocupación: el absentismo laboral. “Un absentismo que se sitúa, según los datos oficiales, es 1,4 millones de trabajadores, un problema del que no se habla”, ha recordado López, quien ha indicado también que vuelven a notar un aumento de los costes de producción y pérdida de competitividad, “que nos obliga a crecer un mínimo del 5% en ventas para poder mantener los mismos márgenes”.
Barceló ha querido remarcar, en este sentido, que el absentismo laboral es más difícil de soportar en la pequeña y mediana empresa que en las grandes cadenas hoteleras. “Las de gran tamaño tenemos más recursos para afrontarlo. Se hacen muchas veces discursos de promoción de la pyme pero luego construimos un esquema jurídico de ordenamiento legal que les hace el día a día muy difícil y complicado”.
Y ante una posible competencia del mercado asiático, como ha pasado en el sector automovilístico con el vehículo eléctrico, han destacado la impronta que deja el carácter familiar de las compañías españolas del sector. “Nosotros seguimos teniendo un componente de inversión y gestión es 100%. Para los chinos es otro modelo de negocio más franquiciador”, ha explicado el copresidente de grupo Barceló. A lo que López ha añadido: “No somos oligopolios competimos todos contra todos. Las compañías españolas tienen una raíz familiar, que genera sentido de pertenencia y de permanencia en el tiempo, de querer trascender y de un gran compromiso con el territorio”.
Perspectivas de futuro
Con todo, las perspectivas de futuro son buenas. El grupo Barceló quiere seguir creciendo, prioritariamente, donde ya tiene presencia, esto es, Estados Unidos, España, México y el Caribe. Y sigue buscando mercados relativamente próximos a sus mercados fundamentales como América Central, Portugal o Marruecos. “No hay zonas excluidas pero sí zonas prioritarias, donde es más fácil generar resultados positivos desde el principio”. Según el presidente de la compañía, “llevamos un siglo XXI que es una auténtica locura. Empezó el 11 de septiembre en el 2001 y desde entonces, periódicamente, hemos vivido acontecimientos extraordinariamente traumáticos. En el grupo Barceló decidimos que ante circunstancias tan difíciles de prever, donde la realidad acaba superando a la ficción, queríamos seguir desarrollándonos. Para conseguirlo nos impusimos una limitación: tener el balance lo más fuerte posible. Nuestro reto es invertir adecuadamente los 400 o 500 millones que generamos todos los años”.
Para Trian Riu lo fundamental seguirá siendo igual. “Nos planteamos seguir haciendo lo que estamos haciendo bien. El turismo es una necesidad de mucha gente. Iremos donde haya gente que quiera irse de vacaciones. Los americanos es nuestro primer mercado y seguiremos apostando por ellos”. Mientras que en el grupo Hotusa apuestan por seguir buscando oportunidades en aquellos lugares donde existan expectativas de retorno de la inversión en un entorno de seguridad física y jurídica. “Hay un desorden mundial que puede generar una posiblemente recesión. Eficiencia, crecimiento e innovación van a ser las claves para seguir creciendo. Hay que ir siempre por delante. Como decía Aníbal cuando fue a la conquista de Roma: ya encontraremos un camino y si no, lo haremos”, ha concluido.