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Estas cifras ya se conocieron el viernes. De las dos precisiones que incorpora el acuerdo final en las remuneraciones, una es que el incremento adicional de los salarios en función de la inflación se hará de forma anual y sin retroactividad.

Se espera que CC.OO. apruebe hoy el acuerdo que fija el marco laboral para 2023-2025

La segunda precisión es que los incrementos también dependerán de la situación de cada sector o cada empresa. “Las negociaciones deberán tener en cuenta las circunstancias específicas de su ámbito para fijar las condiciones salariales, de tal manera que la aplicación de las directrices anteriores podrá adaptarse en cada sector o empresa”, dice el texto en referencia a situaciones que pueden ser muy desiguales de crecimiento, resultados o incidencia del aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Esta personalización de los aumentos salariales es una petición recurrente de la patronal a la que, en enero se incorporaron los sindicatos, pidiendo la elaboración de índices objetivos para aplicarlos. Recordemos que el AENC fija referencias pero que la concreción debe realizarse convenio a convenio.

Desde CEOE, se subraya que es un acuerdo entre los empresarios y los trabajadores, sin participación del Gobierno. Por su parte, el presidente de Foment del Treball, Josep Lluís Sánchez Llibre calificó el acuerdo de “equilibrado” y cree que garantiza la paz social Mientras, UGT afirma que “este acuerdo es un punto de partida que permitirá un reparto de la riqueza más equitativo….debe servir también para impulsar la negociación colectiva de los 1.400 convenios pendientes y llegará a aquellas empresas y sectores con menos fuerza sindical”.

Los salarios son la parte esencial del AENC pero no la única. También da las referencias para la negociación de los convenios en aspectos como la jubilación, los contratos, el uso de la Inteligencia Artificial (IA), las bajas, el teletrabajo y la desconexión digital entre otros. En el caso de las bajas, patronal y sindicatos admiten su preocupación “por los indicadores de incapacidad temporal derivada de contingencias comunes”, y plantean afrontarlo utilizando las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social para mejorar tiempos de espera y atención sanitaria.

Respecto al teletrabajo, establece que los convenios colectivos deben fijar el equilibrio entre la duración máxima del trabajo a distancia y la jornada mínima presencial; además de identificar los puestos de trabajo y funciones susceptibles de realizarse a través del trabajo a distancia. Otros apartados se dedican a la desconexión digital, a la que se define como el derecho a no atender dispositivos digitales fuera de la jornada laboral, y a la Inteligencia Artificial, sobre la que reclaman un control humano y el derecho a estar informado sobre el algoritmo utilizado para evitar “decisiones sesgadas o discriminatorias”.