El 38% de los autónomos y el 20% de las pymes duda de su continuidad
Según DAS, el estudio refleja “la enorme incertidumbre con la que vive este segmento, que en España constituye el 99% de las empresas y representan el 62% del VAB (valor agregado bruto), según el Ministerio de Industria”.
Josep Ginesta, secretario general de Pimec, destacó que “vivimos una situación económica muy compleja, y de impacto global, sin precedentes. Ahora, que empezaba a recuperarse la economía tras la pandemia, nos encontramos con el aumento de los costes de los materiales, el transporte, la energía, … y con la incertidumbre de qué pasará cuando venzan los créditos ICO y otras fórmulas de financiación extraordinaria que puso la UE”. A su juicio, sin embargo, “preocupación sí, hay pero también muchas ganas de resistir y salir adelante”.
Los autónomos encuestados por DAS señalan como principales motivos de preocupación la coyuntura política, social y económica (25%), el descenso de la actividad e ingresos (18%), la presión fiscal creciente (16%) y el aumento de los gastos operativos (14%). Las pymes, además, a estos motivos le suman la incertidumbre sobre el futuro (29%), la preocupación por la situación mundial (23%) y la pandemia (13%).
Pero el estudio refleja también la resiliencia de los empresarios: el 58% de los autónomos declara que “está muy motivado” para sacar adelante su proyecto.
El estudio de DAS muestra que en todos los aspectos relevantes del negocio las pymes se muestran más confiadas sobre el futuro. En el caso de los autónomos, incluso un 5% reconoce que se verá obligado a cerrar y dejar su actividad.
“Es cierto que hay una relación directa entre la dimensión de una empresa y su productividad y sus beneficios. A mayor dimensión más fortaleza empresarial” destacó Ginesta. “Por ello en otros países uno de los objetivos de las políticas públicas es hacer que sus empresas ganen tamaño”.
Sin embargo, a su juicio, debería ser un objetivo de país mantener el mayor número de empresas y autónomos abiertos. “No es cierto que la concentración empresarial cree más empleo. Y además aumenta la oferta y la competencia, lo que favorece a los consumidores”.
El estudio de DAS destaca la escasa protección de empresas y pymes ante posibles conflictos legales con sus empleados, o con sus consumidores por responsabilidad civil, y la falta de capacidad económica para asumir los gastos jurídicos a los que se verían abocados (que reconocen el 48% de las pymes y el 60% de los autónomos). Además, el 70% de las pymes y autónomos no conoce que hay seguros de protección jurídica y el 75% de los que los conocen saben muy poco de su funcionamiento.