Los inscritos al Sepe que no cuentan como parados suben un 40% desde la pandemia
La Vanguardia. Los fijos discontinuos inactivos y los registrados con “disponibilidad limitada” elevan la estadística
Los datos de paro registrado del mes de agosto reflejan un retroceso interanual del 4,8%, hasta los 2,57 millones de personas. Pero también revelan una evolución en la dirección opuesta protagonizada por aquellos que se inscriben en los servicios públicos de empleo para encontrar un trabajo, pero no cuentan como desempleados. Se han incrementado un 8%, hasta los 1,57 millones y marcan una cifra histórica. Esta tendencia se explica por los fijos discontinuos inactivos, pero también por el repunte de aquellos demandantes con “disponibilidad limitada”, cuya búsqueda de empleo se produce en condiciones afectadas por los problemas de conciliación y acaban excluidos de la clasificación oficial como desempleados. El comportamiento tan diferente de los demandantes parados y no parados ha encendido el debate sobre la fiabilidad de las estadísticas de empleo tras la pandemia, lo cual tiene lógica si se tiene en cuenta que desde agosto de 2019 el paro registrado ha bajado en 493.683 personas (un 16,1%) y la suma de los demandantes ocupados o con disponibilidad limitada han crecido en 447.228, un 39,6%. Esto lleva a un relativo estancamiento en el número total de demandantes en los últimos años. En agosto de 2019 sumaban 4,4 millones, pero en el pasado mes se mantenían en 4,36 millones. Para entender esta evolución hay que remontarse a 2020. Los ERTE impulsados para hacer frente a las consecuencias de la crisis sanitaria dispararon entre 2020 y 2021 el número de demandantes de empleo con trabajo (ya con relación laboral, un grupo que ha aumentado notablemente desde la reforma laboral, mientras que el resto de los demandantes ocupados (que incluyen a los afectados por ERTE pero también a aquellos que sí trabajan, pero recurren a un servicio público de empleo para buscar otro trabajo) han ido perdiendo protagonismo en las cifras. Los datos publicados este martes por Trabajo son un avance y no desglosan entre los demandantes ocupados, y quienes solo tienen una relación laboral. Tampoco cuántos de estos últimos son fijos discontinuos, pero la evolución tras el cambio legal no deja lugar a dudas: aunque la comparación con lo ocurrido en 2020 y 2021 no es posible, si nos remontamos a 2019, se ve un repunte del 35% de los demandantes ocupados, hasta los 1,23 millones. En ese lapso, el paro ha retrocedido en un 16,1%. Trabajo defiende que la clasificación de los colectivos de demandantes considerados no parados es la misma desde 1985 y los fijos discontinuos inactivos siempre han sido considerados ocupados con relación laboral. Esto es cierto, pero la negativa del Ministerio a dar las cifras –pese a que Yolanda Díaz, se comprometió a hacerlo hace más de año y medio– impide conocer su impacto actual en las cifras. Los demandantes ocupados han aumentado desde la aprobación de la reforma laboral Los inscritos al Sepe que no cuentan como parados suben un 40% desde la pandemia Los fijos discontinuos inactivos y los registrados con “disponibilidad limitada” elevan la estadística Desde 2019, el desempleo ha caído un 16,1% y los demandantes ‘ocupados’ han crecido un 39,6% Los demandantes ‘no parados’ matizan la mejora del empleo Demandantes inscritos en los servicios públicos de empleo. Fuente: Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Los datos de 2020 y 20221 vienen marcados por los ERTEs. Ocupados Disponibilidad limitada DENOS no parados Parados registrados 0 8.000.000 6.000.000 4.000.000 2.000.000 2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018 2020 2022 2024 que el SEPE compensaba con prestaciones por desempleo los salarios de los trabajadores de empresas que habían tenido que echar temporalmente la persiana por los confinamientos). La recuperación de la actividad diluyó por completo este efecto hacia 2022, para dar paso a otro factor que ha centrado la polémica en los dos últimos años y medio: la reforma laboral. Los fijos discontinuos La apuesta por los fijos discontinuos para sustituir a los temporales elevó el número de personas con este tipo de empleo que pasan a la inactividad hasta que su empresa vuelve a llamarle. Una situación en la que no trabajan ni cobran salario y son dados de baja de afiliación a la Seguridad Social al no cotizar, pero no cuentan como parados registrados a efectos de las estadísticas del Sepe, ya que el contrato sigue vigente. En ese caso se les engloba dentro de los demandantes ocupado