Jordi Martí: “Vamos mejor, pero no podemos lanzar las campanas al vuelo”
Hosteltur. Entrevista Jordi Martí. El presidente de ACAVe admite que se ha registrado un sorprendente repunte de la demanda que permitirá alcanzar los niveles de 2019 a final de año. “El entorno macroeconómico nos hace ser bastante cautos”.
“Ha cambiado mucho el panorama”. Es lo primero que contesta a HOSTELTUR el nuevo presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVe), Jordi Martí, para definir la situación actual del mercado de los viajes, tras los años de pandemia y el incierto arranque del año por la sexta ola de contagios de la COVID-19. Admite que “estamos yendo mejor de lo que esperábamos, pero no podemos lanzar las campanas al vuelo”.
¿Cuáles son las prioridades que se ha marcado para su mandato al frente de ACAVe?
Potenciar cada una de las áreas y sectores que representa ACAVe, intentar captar más asociados, tener más representatividad dentro de la relación público-privada y hacer de lobby, que es para lo que estamos.
ACAVe abandonó CEAV en 2021. ¿Es partidario de volver a la Confederación o prefiere seguir de manera independiente?
Yo estaba en la junta que decidió dejar CEAV. En principio, el planteamiento es exactamente el mismo. Pero eso no impide que nos veamos con Carlos Garrido (presidente de CEAV), porque por encima de todo tiene que haber cordialidad y colaboración.
En abril presentaron la encuesta de cara al verano con buenas expectativas. ¿Se mantienen?
Ha cambiado mucho el panorama. Por ejemplo, en abril el 40%, de las empresas decía que se había acogido los ERTE, algo que nos sorprendió positivamente, y ahora creo que hay muchísimas menos. Ha aumentado bastante el número de empresas que han desafectado a sus trabajadores, como se ven en los últimos datos del Ministerio, con solo 3.711 trabajadores de agencias acogidos al Mecanismo RED.
¿Ha crecido entonces mucho el negocio en mayo?
Cuando hicimos la encuesta de abril entre los asociados, el reto era intentar llegar a los niveles de 2019, y este objetivo creemos que en la mayoría de los casos se logrará, sin duda. Durante la encuesta había algunos sectores que lo podrían lograr y a otros les iba a costar más, pero ahora pensamos que se superarán esos niveles. Mayo ha sido un punto de inflexión.
¿Es cierto que ha habido entonces un efecto botella de champán?
Exacto. Si con la encuesta de abril, de antes de Semana Santa, éramos optimistas, ahora lo somos mucho más. Un dato significativo sobre la confianza del viajero es que el factor COVID ya se ha superado, algo que lo hemos notado incluso en nuestros Travel Market, que en marzo la pandemia era uno de los principales temas de discusión y en los últimos prácticamente ha desaparecido del debate.
¿O sea que el Business Travel y el MICE ya se han recuperado como el vacacional?
Sí. El termómetro del MICE creo que fue el Mobile World Congress, y fue un éxito rotundo, y también hemos visto cómo se han recuperado los viajes de las pequeñas y medianas empresas.
¿Son muy optimistas, entonces?
Estábamos en una etapa de incertidumbre y ahora parece que el cliente está reaccionando positivamente. Pero el entorno macroeconómico nos hace ser bastante cautos. Estamos yendo mejor de lo que esperábamos, pero no podemos lanzar las campanas al vuelo. El mismo producto turístico genera optimismo, pero hay muchos problemas detrás: aumentos de costes, falta de personal, problemas de tránsito y de movilidad o la relación con las administraciones. Cuando pase el verano, con el que ahora estamos todos maravillados, vamos a tener un invierno muy largo.
¿Se están notando ya en los viajes la inflación y el aumento de los costes?
Por el momento no es relevante. No sé si es porque hay tantas ganas de viajar que al público no le importa pagar un poco más o por la contención de precios de los proveedores, reduciendo costes y márgenes para no irte de mercado y no ‘asustar’ a la demanda. Creo que la conjunción de estos dos elementos ha hecho que, de momento, no afecten el aumento de precios. Pasado el verano será cuando veremos si esta subida de costes afectará a la demanda.
¿Qué opinan desde ACAVe sobre el nuevo impuesto que aplicará el Ayuntamiento de Barcelona a los cruceros y los planes
de la corporación para limitarlos, tal y como se ha hecho en Palma de Mallorca?.
Creo que esta decisión obedece a que estamos a las puertas de unas elecciones municipales, a que el turismo ha vuelto otra vez y esto se convierte en la tormenta perfecta para que se nos utilice como arma electoral. Como toda industria, el turismo tiene sus partes molestas, y nosotros afectamos más a la convivencia entre el turista y el residente, que es quien vota. Es una convivencia que debemos vigilar más.
¿Cómo lobby turístico, cuál es la principal demanda a las administraciones?
A nivel general, no politizar el turismo para ganar votos. Esto es fundamental. No puedes estigmatizar un sector con la turismofobia cuando todavía está luchando por recuperarse. Lo que siempre hemos dicho a cualquier administración es que tiene que haber colaboración. Los problemas que tienen los empresarios turísticos son los propios empresarios los que los conocen. Por eso vamos a hablar. Sean agencias de viajes, hoteles, cruceros o cualquier empresario turístico, los empresarios son los primeros interesados en llegar a un acuerdo para la sostenibilidad del turismo, porque también es la sostenibilidad de las empresas. Pero que no vengan con medidas impuestas. Parece que la administración juega a prueba y error, cuando esto se puede prever cuando hablas con aquellos que trabajan cada día en ese sector. Y esto vale tanto para los cruceros como para la movilidad o para los servicios discrecionales en autocar en las ciudades.