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Así, Amadeus constata cómo tras dos años de vacaciones de verano perdidas por las restricciones e incertidumbre de la COVID-19, hay una enorme demanda acumulada de viajes ahora que comienza la temporada de verano de 2022.

Según sus datos, las reservas hoteleras han estado a la par con registros preCOVID desde marzo de este año, y si bien abril fue el primer mes en el que se superaron los niveles de ocupación de 2019, en mayo se alcanzó un nuevo máximo del 63%, frente al 60% de mayo de 2019.

Países como Estados Unidos, registraron niveles de ocupación del 68% en el mes, un 7% por encima de los resultados de 2019, mientras que Canadá alcanzó el 64% de ocupación en mayo, un 8% más que en la misma época en 2019. Los datos muestran una situación similar a nivel mundial y apuntan que los meses de verano de junio, julio y agosto actualmente están a solo un 1% de los niveles de 2019.

Con la alta demanda, el ingreso medio por habitación (ADR) ha ido creciendo de forma constante desde un mínimo mundial de 83 dólares en abril de 2020 (78€). Según los datos de Amadeus para junio, julio y agosto de 2022, el ADR medio mundial es de 200 dólares (190 euros), lo que supone algo más de un 11% superior que en 2019.

En países como Francia se observan altas tarifas de habitaciones durante el verano, con un ADR de 428 dólares (406 €) en julio de 2022, lo que supone un aumento del 29% respecto a 2019.

España

Por su parte, los viajes en España se acercan a niveles prepandémicos de cara al verano. La ocupación hotelera ha crecido desde el mínimo de 33% registrado en enero de 2022, hasta casi alcanzar rendimientos de 2019 en mayo de 2022, con casi el 73%.

Además, el 36% de las reservas hoteleras se efectúan dentro de la ventana de reserva de 0 a 7 días, por lo que hay una gran posibilidad de que los niveles de ocupación este verano puedan superar los resultados de los tres años anteriores.