Los empresarios insisten en aprobar ya el plan y no perder la oportunidad | Federació Hostaleria i Turisme de les Comarques de Girona

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Los empresarios insisten en aprobar ya el plan y no perder la oportunidad

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La Vanguardia. Foment y el Gremi d’Hotels destacan el efecto multiplicador en la economía. En el mundo empresarial no hay dudas: se quiere ampliación. Y una decisión cuanto antes, porque cualquier retraso amenaza con hacer perder una inversión millonaria. Lo reiteraron ayer mismo Foment y el Gremi d’Hotels de Barcelona, en una campaña a favor que se prolonga desde hace meses.

La patronal presidida por Josep Sánchez Llibre es una de las más vehementes, destacando en un documento hecho público ayer que la decisión es “inaplazable”, necesita “celeridad” y debe cerrarse en semanas. En caso contrario se perderá competitividad y conectividad. Los argumentos son las grandes magnitudes: 1.700 millones de euros de inversión y 350.000 empleos –83.000 directos– generados. Es la oportunidad “que hará posible que en el 2031 (cuando se terminaría la obra) Barcelona disponga de un hub intercontinental” que sitúe “Catalunya y Barcelona en el mundo”. Una apuesta “imprescindible” para “dinamizar la economía, generar empleo, atraer y retener talento y captar inversión internacional”. A la urgencia económica se suman la de los procesos técnicos o la aprobación del nuevo documento de regulación aeroportuaria (DORA). “Los plazos se agotan”, se reitera. La postura es calcada en Pimec. Su presidente, Antoni Cañete, sostuvo el miércoles que “es un gran reto para el futuro del territorio y el país”, pidiendo la ampliación de capacidad con “consenso y coordinación”.

“Los plazos se agotan”, se alerta desde Foment, que exige “celeridad” a los políticos

El Gremi d’Hotels de Barcelona también salió ayer al paso ante las reticencias políticas. “Abandonemos la política del “no” y de los prejuicios. “Es una ampliación fundamental y estratégica para el desarrollo en las próximas décadas de Barcelona y Catalunya”, dijo Jordi Mestre, presidente de la asociación. Para el sector la decisión implicaría la llegada de más turistas, permitiendo optar “a una tipología de visitante internacional de más calidad”, que pase más días y gaste más, potenciando cultura, gastronomía, turismo sanitario, deportivo y de negocios. Para los hoteleros con el rechazo se puede “dejar escapar un proyecto motivador y generador de energía para la sociedad”, algo que también pasa con “el Hermitage” en la capital catalana. La Cambra de Comerç de Barcelona, presidida por Mònica Roca, resaltaba en un documento reciente sobre la evolución del tráfico que los retrasos en los procesos pueden aplazar hasta el 2036, cinco años más tarde de lo previsto, la culminación de las obras (con la nueva terminal y la pista mejorada).

En definitiva, se pide mirar al futuro y pensar a varios años vista porque la oportunidad es única y los plazos se agotan. Con millones en juego y miles de empleos, se ve como un impulso para la economía, con efectos sobre diversos sectores justo en la salida de la crisis. La gran piedra en el camino, el tema medioambiental y el futuro de La Ricarda, se cree sorteable. Foment afirma que “es perfectamente compatible la ampliación con la protección de la biodiversidad”, vía compensaciones “adecuadas y proporcionadas”. “Obviamente debe cumplir las directrices que dictamine la UE”, detalló Mestre. Pimec, asimismo, ha exigido tener en cuenta la importancia del impacto en el medioambiente. La Cambra de Barcelona, por su parte, tiene en marcha una consulta interna entre los socios, en la que pregunta si se está de acuerdo con la ampliación, con un rechazo por un impacto medioambiental “demasiado grande” entre las opciones.

Los hoteleros defienden que se atraerá un turista de más calidad y que dejará más gasto

Aerolíneas, hoteles, restauradores, empresas en general, cultura… Con tantos sectores afectados, desde el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC) se ha pedido “analizar y debatir entre todos los sectores implicados para determinar qué actuación responde mejor a las diferentes necesidades de infraestructura y preservación”, planteó esta semana Guim Costa, vicedecano, sin olvidar “la oportunidad que representa”.

Los reclamos de los empresarios no son nuevos. A principios de junio un acto con más de 200 entidades, capitaneadas por Foment, pidió la ampliación. Y el think tank de la patronal publicó días atrás un documento con las diez prioridades que tiene que atender el nuevo Govern. Una de ellas son las infraestructuras, con especial foco en el aeropuerto. El documento denunciaba que “a menudo, desde los poderes públicos resulta extraordinariamente complejo acompasar proyectos con los legítimos intereses locales y el compartido respeto al medio ambiente”. Algo que si no se logra “mermará” el bienestar colectivo. “No podemos renunciar al progreso que aportan las infraestructuras”, insistía ayer.