El esquí se viste de largo este puente y anima las reservas en el Pirineo con 400 km de pistas
La Vanguardia. Las tempranas nevadas de otoño permiten a todas las estaciones estrenar temporada este fin de semana
El puente que arranca hoy se mide, en las comarcas de montaña, en kilómetros de nieve. Y es que el esquí se viste ya de largo este año para la Purísima. Abren todas las estaciones. Nada que ver con lo ocurrido el pasado año, cuando hubo que esperar a mediados de diciembre para el estreno generalizado de la temporada.
Baqueira-Beret: 107 kilómetros; las seis estaciones catalanas de Ferrocarrils: 60 kilómetros; Masella: 36 kilómetros; los complejos de Aramón en Aragón: 100 kilómetros: las estaciones de Andorra: 150 kilómetros… Es la superficie ofertada, a 4 de diciembre, para la práctica del esquí.
Un reclamo que, como no podía ser de otra manera, ha animado las reservas en esos destinos de nieve para este fin de semana largo. Ayer en Catalunya abrieron Espot, Port Ainé y Boí-Taüll (Masella, Baqueira y la Molina ya levantaron telón a finales de noviembre) y hoy estrenarán temporada la practica totalidad de estaciones que aún no lo han hecho, como Port del Comte, en el Solsonès.
Las reservas en los complejos hoteleros más cercanos a esas estaciones superan ya de media el 80% de las plazas ofertadas para el sábado y el domingo. En algunos destinos se podría incluso colgar el cartel de completo, augura el sector. Un arranque de nota.
Las previsiones son muy optimistas también de cara a las fiestas de Navidad si el clima sigue aliado con el sector
Y desde el negocio de la nieve se revela que las previsiones son también muy buenas, gracias a estas tempranas nevadas, para las fiestas de Navidad. Las reservas para esas fechas también se están animando. En el Pirineo de Lleida, donde se ubican la mayor parte de estos complejos invernales, se confía en superar –con permiso del clima– los 1,4 millones de forfaits vendidos la temporada 2023/24.
La buena noticia para los aficionados al esquí son las nuevas nevadas caídas en buena parte del Pirineo en la antesala del puente, lo que permitirá ampliar sobre la marcha en las próximas horas esos más de 400 kilómetros de pistas acondicionadas a día de hoy para la práctica de este deporte.
En cotas altas de Baqueira se acumula un grosor que pasa de los 70 centímentros. En Port Ainé van ya por los 60 centímetros y en las estaciones de la Cerdanya (Masella y La Molina) se pasa del medio metro. Mucho tendrían que torcerse, pues, las cosas para que el negocio de la nieve –si se mira al futuro– no cerrara este año una de las mejores navidades de los últimos tiempos.
El puente de la Constitución es desde siempre la primera gran prueba en el arranque de una temporada. Al menos en el Pirineo, pues en otros destinos como en los Alpes la temporada no se da por iniciada hasta pasada la Navidad. Los complejos que ahora abren en Francia lo hacen, principalmente, para captar a público de España y otros países.
Este puente suele ser un indicador de lo que le espera al negocio del esquí el resto de la temporada y el augurio es esperanzador
Cuando la nieve llega en otoño, como este año, este puente suele ser un buen indicador o augurio de lo que le espera al negocio el resto de campaña. Aunque este puente va a ser muy corto (solo tres días) se espera una buena afluencia de aficionados. Cuando este periodo festivo se pierde por falta de nieve –ocurrió el pasado año– esos esquiadores que no llegan a las estaciones ya no se recuperan durante el resto del invierno.
En puentes de la Inmaculada más largos y con buena nieve algunas estaciones han llegado a facturar en este puente de la Constitución lo ingresado en toda la temporada. De ahí el creciente esfuerzo en inversión por los complejos en nieve producida. Fiarlo todo al clima ya no vale si se quiere asegurar un temprano estreno.
50.000 forfaits en tres días
La previsión de Lleida
El Patronat de Turisme de la Diputació de Lleida augura, según indica su vicepresidente Juan Antonio Serrano, que las estaciones del Pirineo de esa provincia “podrían vender más de 50.000 forfaits durante estos tres días festivos”. Son cifras que revelan el optimismo con el que el sector turístico de montaña afronta el arranque de esta temporada de esquí. Pero este puente no solo atraerá esquiadores. El negocio del turismo rural, en comarcas más al sur de Catalunya, espera también una buena afluencia de visitantes. La ocupación ya reservada en este tipo de establecimientos oscila entre el 60% y el 80% de las plazas disponibles.

