Imserso: las razones para no prorrogar el anterior concurso | Federació Hostaleria i Turisme de les Comarques de Girona

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Imserso: las razones para no prorrogar el anterior concurso

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Hosteltur. El nuevo concurso del Imserso aún podría estar a tiempo de desarrollarse con normalidad, asegura el director del proyecto que prepara Logitravel para presentarse a esta convocatoria, Antonio Morinelli, quien explica a HOSTELTUR que hay, sin embargo, varias razones para que no pueda prorrogarse el anterior concurso. La primera de ellas de tipo legal, puesto que “el contrato ya está resuelto”.

Según recogía este diario la semana pasada en Prorrogar el concurso del Imserso, ¿única fórmula para salir en octubre?, fuentes de las UTE concesionarias del concurso anterior, apuntaban a que el extender el contrato sería lo mejor por criterios de eficacia. Morinelli, abogado de profesión, comenta que “hay muchos ángulos para abordar esa cuestión”. En primer lugar, que “jurídicamente es indiscutible que no se puede prorrogar por una cuestión básica, y es que no se puede prorrogar algo que ya está resuelto. Las partes ya están hablando de las indemnizaciones y de que este contrato está resuelto”.

Por otro lado, “hay que recordar que hay una sentencia a día de hoy, que otorga el derecho a Mundiplan de ejecutar el lote 2, con lo cual nos podríamos encontrar que, si se prorroga el contrato, el Imserso tuviese que pagar a Mundosenior su ejecución del lote 2 e indemnizar a Mundiplan por la falta de derecho de haberse adjudicado ese contrato también en su prórroga”. Según Varapalo judicial al Imserso por los dos últimos concursos, la Audiencia Nacional dictaminó recientemente a favor de Mundiplan respecto a lotes adjudicados a Mundosenior en 2015 y 2019.

“Sobre las causas de resolución parece olvidarse que la pandemia todavía existe, está en una fase de cierto control, pero las causas jurídicas que provocaron la resolución del contrato siguen vigentes a día de hoy”.

“Todavía estamos usando mascarillas, todavía estamos presentando PCR para viajar, vivimos en una situación que desde luego no es la misma normalidad que teníamos antes la pandemia”. Pero, añade, hay varios elementos aún más decisivos en esto. “Se parte de una premisa que no es cierta porque sí da tiempo a licitar este contrato y comenzar a viajar en octubre”.

“Es verdad que sería deseable que los pliegos hubiesen salido antes, pero da tiempo. Hay que recordar que la última licitación se presentaron las ofertas en mayo pero la adjudicación se produjo en agosto”.

Y apunta esto porque además “las leyes de contratación han ido cambiando en los últimos años muchísimo, prácticamente no hemos tenido ni un solo año entero con la misma ley, y el Imserso como todos los demás contratos, ha tenido que ir ajustándose a esos cambios y ha ido mejorando mucho con ellos lógicamente. Estoy seguro de que en la próxima licitación el periodo de evaluación, que ya inició un proceso hace tiempo para que sea cuanto más objetivo, más automático y más rápido posible, va a ser muchísimo más corto que en veces anteriores”.

“Si presentamos en julio y reducimos eso una fórmula mucho más automática, estaríamos en el mismo caso que la última vez, solo que le añadimos que existe una vía alternativa que es que podamos licitar este contrato y, frente a una postura cortoplacista de defensa de intereses particulares, como sector, en un momento histórico, nos juntemos y acordemos no presentar recurso contra los pliegos de manera que entorpezca la recuperación no solo del sector, sino del país”.

Prorrogar el anterior contrato “sería, desde luego, ilegal, pero me parece también incluso éticamente discutible ejecutar un contrato con un programa de turismo social para personas mayores en el que la palabra COVID no existe. Por respeto a todas las personas que han perdido un familiar, por respeto a todas las personas que legítimamente tienen miedo por sus familiares mayores y por los trabajadores que también están ahí”.

“Evidentemente que en octubre van a estar vacunados y que la pandemia va a estar controlada, pero es legítimo que alguien tenga miedo. Es legítimo que alguien tenga dudas sobre qué va a pasar con su familiar o con él mismo, tanto viajero como trabajador, si por lo que sea hay un caso, porque aunque la vacuna es una gran solución no desaparece esta enfermedad”.

Entonces “el pliego tiene que regular qué pasa y qué ocurrirá si hay una nueva restricción o un nuevo requerimiento. Es decir, no podemos tener un pliego en el que el concepto y la palabra COVID no exista. Para mí esta es la razón que lo explica todo. Cómo se va a prorrogar un contrato si la realidad de partida es radicalmente distinta de la que era en septiembre de 2019”.